Valverde, centenario y a por todas

Por allá el año 2003 Alejandro Valverde disputaba su primera Vuelta. José Luis Laguía, hoy uno de sus técnicos en el Movistar, era su director en el Kelme. Los periodistas que cubrían aquella edición de la ronda española realizaban todos los días una porra donde intentaban acertar el ganador de la etapa. Si se le preguntaba a Laguía por quién apostar, su respuesta siempre era la misma: “pon a Valverde y no te equivocarás”.

Por aquel entonces, Valverde no había hecho popular todavía su apodo de ‘El Bala’, pero sus contemporáneos, la mayoría ya retirados, sabían que en la época de juvenil y aficionado, primero por los parajes de Murcia y luego por toda España, se le conocía como ‘El Imbatido’ porque no se le recuerda ninguna derrota en cuantas carreras participó antes de hacerse profesional.

Así que fue fácil imaginar que muy pronto, cuando empezó a sumar victorias o bien a acabar siempre entre los cinco primeros, hasta hubo quien se atrevió a compararlo con Eddy Merckx. Desde su debut, en el 2002, hasta este domingo cuando Valverde ha sumado la victoria 100 al adjudicarse por quinta vez la Vuelta a Andalucía, ha pasado una década y media. Si cabe, se ha hecho mejor corredor. Si cabe, con 36 años es mucho mejor ciclista que cuando tenía 10 o 14 años menos. Y si cabe, aunque se insista en ello, todavía no se conoce la fecha de caducidad de un corredor que lidera junto a Nairo Quintana el conjunto Movistar y que ha sido podio en las tres ‘grandes’ con una victoria en la Vuelta del 2009.

EN LO ALTO DE SU CARRERA

A los 36 años todavía no ha perdido ni la velocidad en un esprint ni la capacidad de atacar en la montaña y desde lejos. Pero, a la vez, en apenas dos meses volverá a ser el favorito en la Lieja-Bastoña-Lieja, la gran clásica de las Ardenas belgas, y su nombre figurará también como candidato a la victoria final en la Volta, que se llevó en el 2009 y que confía en volver a ganar este año.

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Por ahora, tiene contrato en el Movistar hasta los 39 años y sigue sin poder saciar el hambre de victoria. Los ciclistas que comparten carretera con él por Murcia afirman que los ataca hasta en los entrenamientos. Pero ya sabe que un triunfo internacional vale más que los éxitos locales por los que peleaba en los inicios. “José Miguel, esto es más importante que la Vuelta a Murcia, ¿verdad?”. José Miguel (Echávarri), su principal director deportivo en el 2006, se quedó así de sorprendido ante la pregunta de Valverde tras ganar la primera de sus tres Liejas.

EL TOUR ES EL TOUR

Volverá en julio al Tour, la carrera que siempre se le ha resistido y cuyo podio no piso hasta los 35 años. Y entonces, como antes y ahora, seguirá pendiente de que no le duelan las piernas. “Su secreto –explicaba Óscar Pereiro en el Tour del 2007—es que no le duelen nunca las piernas. Por eso, cuando le aparece el dolor, pocas veces,  enseguida se viene abajo”. Y en septiembre retornará al Mundial, seis medallas lo comtemplan, con la ilógica, si no tampoco sería Valverde, de no saber aún qué ocurrió en el Mundial de Florencia del 2013, el día que incomprensiblemente, cuando lo tenían todo a favor, un Bala y un Purito dejaron escapar la victoria.