Una Volta de cromos

Como si de cromos se tratara y reunidos en un álbum con el sello de la Volta. Así comienza el lunes la ronda catalana, concretamente en Calella, con la mayor parte de las grandes figuras del ciclismo, con Chris Froome, con Alberto Contador, Alejandro Valverde, Romain Bardet, Mikel Landa y tantos y tantos otros.

De la mano de Rubèn Peris, presidente de la prueba, la Volta comienza a respirar nuevos aires, tras haber pasado años de incertidumbre, en los que solo la ayuda oficial de la Generalitat permitía tomar oxígeno, el mínimo y suficiente para que la carrera arrancase con el adiós del invierno y la bienvenida de la primavera. Ahora, desde Francia, desde París, desde las oficinas del Tour, llegan planes de colaboración destinados a seguir manteniendo la llama de la carrera durante muchos años.

UN CARTEL ESPECTACULAR

La Volta es centenaria, pero sus figuras son las actuales. No son cromos desteñidos por el paso del tiempo, los de mitos como Eddy Merckx, Luis Ocaña, Pedro Delgado o Miguel Induráin que pelearon por la victoria en esta carrera. No. Son la flor y nata; los que quieren pelear por el Tour, como Froome, triple vencedor de la grande boucle, o Contador, que no renuncia en julio a reeditar una victoria en París, a los diez años de haber conseguido la primera.

Y, siempre, siempre, como si tuviera el don de la eterna juventud, Valverde, que pelea por cuanto pueda ganar de febrero a octubre, tal cual hizo hace más de cuatro décadas un Caníbal llamado Merckx.

CAMBIO DE FORMATO

La Volta ha cambiado este año un formato que ya se había convertido en un clásico de marzo. Quizá le faltaba dureza y se extrañaba la ausencia de una contrarreloj.  Pero, en parte, esta presunta suavidad motivaba la presencia de corredores que no querían agotar todavía todas sus fuerzas pensando en retos futuros como el Giro o el Tour, porque la Vuelta todavía queda muy lejos.

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Sin embargo, pese a endurecerse la Volta, no se ha notado la baja de figuras, sino más bien lo contrario. Retorna la contrarreloj por equipos, el martes, por los alrededores del lago de Banyoles y con la apreciable distancia de 41 kilómetros. El equipo que flaquee ya puede apear a su líder de pelear por el jersey verdiblanco, el distintivo de la Volta, que se entregará el domingo 26 en propiedad.  Antes se deberán superar los Pirineos, en La Molina. Después habrá una etapa que atraviesa buena parte de Catalunya, de Llívia a Igualada y, sobre todo, la jornada reina en los montes tortosinos.

DURAS SUBIDAS Y RÁPIDOS DESCENSOS

Pero tampoco hay que olvidar la jornada de Reus (el próximo sábado) que contempla una ascensión a La Musara, antes del descenso final hasta la meta. Será la etapa más parecida al formato actual por el que apuestan buena parte de las carreras, con subidas dura y rápidos descensos hasta la línea de llegada, una muestra de los tiempos de cambio que ya iluminan a la ronda catalana.

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Sin embargo, también habrá espacio para los esprints. Por lo menos dos jornadas apuntan a llegadas masivas; el lunes, en Calella, y el jueves, en Igualada. Y allí puede ser la oportunidad para disfrutar con dos de los mejores velocistas del pelotón mundial que se han apuntado a la Volta: el francés Nacer Bouhanni (Cofidis) y el alemán André Greipel (Lotto). Entre los que suben montañas, los equipos que se esfuerzan en la contrarreloj y los ases de la velocidad, la Volta promete no ser aburrida.

La prueba se podrá ver todos los días en directo, a través de Esport 3, Teledeporte y Eurosport. Llega tras la cita de hoy con la Milán-San Remo y antes de que las grandes clásicas belgas, francesas y holandesas se presenten en el firmamento ciclista. Contador parte como favorito tras haber cedido por un segundo la Vuelta a Andalucía y por dos la París-Niza. Valverde lleva días preparándose en Andorra y Froome es la gran incógnita en su debut europeo. Pero no son los únicos que quieren pelear por la victoria final.  Hay muchos cromos en esta Volta.