Salvados en el pavés

Contador, con la llanta trasera rota, Purito y Valverde superan con nota la peligrosísima etapa de los adoquines

El ciclista Tony Martin, nuevo líder del Tour, con el jersey amarillo en el podio de Cambrai

El ciclista Tony Martin, nuevo líder del Tour, con el jersey amarillo en el podio de Cambrai / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / CAMBRAI (Enviado especial)

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El Tour entró este martes en su esencia, en su territorio, en la genuina Francia, y lo hizo adornado con uno de sus mejores monumentos ciclistas: los adoquines que dan vida cada mes de abril al llamado 'Infierno del norte’, la París-Roubaix. En un ambiente extraño para ellos, Alberto Contador, Purito Rodríguez Alejandro Valverde, al igual que Nairo Quintana, salvaron el día con nota, en una jornada en la que se rebajó la tensión porque afortunadamente no llovió.

Venció el que se considera posiblemente como el mejor contrarrelojista del mundo, el alemán Tony Martin, que demarró a falta de menos de tres kilómetros y como si fuera una máquina de proporción con un motor escondido, eso sí, en sus piernas, nadie pudo cazarlo. El triunfo, además, reconfortó al corredor alemán con el jersey amarillo, el que arrebató a Chris Froome, perfecto en el 'pavés', ofensivo y tumbando la teoría que definía su torpeza en este escenario.

Hasta en tres ocasiones intentó demarrar Vincenzo Nibali, que sin duda recordó que hace un año, en una etapa similar, aunque con peores piedras y sobre todo mal tiempo, comenzó a distanciar a todos los rivales de la general. Este martes, 'el Tiburón' se tuvo que conformar con tan solo amagar.

Los españoles, perfectos

Perfectos los tres principales corredores españoles. Contador, por si fuera poco, tuvo que realizar los últimos 25 kilómetros con la rueda trasera rota, de un encontronazo con un adoquín. La llanta tocaba el cuadro de la bici y el freno, pero haber subsanado la avería era un riesgo que se podía haber traducido en minutos de pérdida. Valverde trató incluso de buscar algún corte para pelear por la victoria, aunque en los últimos kilómetros decidió ayudar a Quintana, atento y sin sobresaltos importantes durante la jornada. Purito, con el jersey de lunares de la montaña, prefirió ir protegido pero sin perder las posiciones para demostrarse a sí mismo lo que ya comprobó el lunes en Huy, que se encuentra en un buen estado de forma.

El miércoles el Tour está llamado a tranquilizarse un poco después de la acción desatada en las tres primeras etapas en línea. Con tanta agitación quién sabe qué corredores llegarían a París.