El Giro de las islas y los Dolomitas

La ronda italiana del 2017, presentada en Milán, apuesta por la dureza en montañas como el Mortirolo, el Stelvio y el Monte Grappa

Alejandro Valverde, a la derecha, junto a Vincenzo Nibali, de rosa, y Esteban Chaves, en el podio final del Giro, en Turín

Alejandro Valverde, a la derecha, junto a Vincenzo Nibali, de rosa, y Esteban Chaves, en el podio final del Giro, en Turín / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / BARCELONA

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Cuatro llegadas en alto, una decidida apuesta por la montaña, una contrarreloj de casi 40 kilómetros en la provincia de Perugia y otra en las calles de Milán, sin olvidar el tránsito por las dos principales islas italianas (Cerdeña y Sicilia) configuran el perfil de la edición 100 del Giro, que se ha presentado esta tarde en Milán, como apuesta y homenaje a varios de los símbolos de la carrera que tendrá, en principio, la participación de los dos principales actores del ciclismo local, Vincenzo Nibali, que defenderá el título conquistado este año, y Fabio Aru, segundo en el 2015 por detrás de Alberto Contador y por delante de Mikel Landa.

Todo el festival ciclista comenzará el 5 de mayo del 2017 en L'Alguer, la población norteña de Cerdeña donde aún se conserva el uso de la lengua catalana, como testimonio de que la ciudad, a la que también se conoce como 'Balçaruneta' (Barceloneta), perteneció a la Corona Aragonesa. Desde allí, tras 203 kilómetros, se conectará con Olbia, donde empezó la edición de 1991. Durante tres días los corredores afrontarán la ruta sarda, seguramente con los 'tifosi' volcados hacia el corredor isleño, que no es otro que Aru, y antes de que la prueba visite los territorios sicilianos de Nibali, con una ascensión al volcán Etna y antes de penetrar definitivamente en la península transalpina, por el sur, por la punta de la bota, en Reggio Calabria.

SUBIDA A LA OROPA DE INDURÁIN Y PANTANI

El Giro visitará los Abruzzos (Blockhaus, concretamente), una etapa antes de la contrarreloj y, por supuesto, mucho antes de iniciar el menú de super montaña que se inicia, sobre todo, en la 13ª etapa con la ascensión final a un santuario, el de Oropa, que se hizo famoso sobre todo gracias a los hechos que sucedieron en los años 1993 y 1999. En el primero de ellos, Piotr Ugrumov, un corredor letón, puso a Miguel Indurain en serios aprietos hasta el punto de que se temió que el ciclista navarro perdiera la 'maglia rosa'. En 1999, en el Giro del que fue expulsado por su sangre sospechosa en Madonna di Campiglio, Marco Pantani sufrió una avería nada más comenzar la subida (se le salió la cadena). Comenzó la escalada en última posición y adelantó a todo el pelotón para ganar la etapa.

LOS MONTES MÁS FAMOSOS

El Giro 100, como ya lo denominan en Italia, se decidirá en los Dolomitas y, al igual que pasará luego en el Tour, los descensos tendrán un protagonismo especial, camino de meta, como ocurrirá en la 16ª etapa, considerada como la reina del próximo año, que pasará por el Mortirolo y el Stelvio. Los Dolomitas se adornarán con el colorido propio de algunos de los puertos o 'passos' más famosos --siempre que la nieve no lo impida-- como el Tonale, el Pordoi, Valparola o Gardena. Y a un día de Milán llegará el Monte Grappa.

Por si fuera poco, la última jornada (domingo, 28 de mayo) no será, ni mucho menos, de paseo pues una 'crono' de 21 kilómetros, entre el Autódromo de Monza y la plaza del Duomo de Milán, aguarda a los ciclistas como último obstáculo para conseguir el liderato. En el 2012, también en Milán, y en la última contrarreloj, Purito Rodríguez perdió la 'maglia rosa' ante el ciclista canadiense Ryder Hesjedal.