Frankje, el loro de Scarponi, sigue esperando a su amigo desaparecido

La imagen del pájaro aguardando al ciclista fallecido conmociona al mundo ciclista

El loro de Scarponi aguarda a su amigo

El loro de Scarponi aguarda a su amigo / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / BARCELONA

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Los vídeos que colgaba Michele Scarponiatropellado el sábado por una furgoneta en su pueblo italiano, Filattrato, eran la simpatía de la red. Compartía con sus seguidores las imágenes de 'Frankje', un loro, un loro que se había convertido en su compañero de entrenamiento. Mostraba los vídeos que llevaba en su teléfono móvil a sus compañeros del conjunto Astana y en el pelotón todos le preguntaban cómo estaba, cómo era ese pájaro que ya se había convertido en una mascota de lo más popular en los ambientes ciclistas.

'Frankje', de hecho, no era propiedad del corredor, si no de un vecino. Un pájaro que vuela en libertad por las tierras de Ancona y que se había encariñado del corredor. Cuando 'Scarpa' no competía 'Frankjie' tenía perfectamente controlada su hora de entrenamiento y aparecía volando a su alrededor. Se situaba sobre su casco, sobre el manillar de la bici y lo acompañaba un trecho. '¡Frankjie, Frankjie!", lo llamaba Scarponi y el pájaro obedecía sus órdenes. 'Scarpa' reía. Y volcaba cada vez los vídeos de este curioso encuentro en su cuenta personal de Twitter.

LOS VÍDEOS DE SCARPONI

Era ya como una serie, como episodios que la gente espera de sus personajes preferidos. Todo el mundo sabía que cuando Scarponi regresara a su casa 'Franjkie' lo esperaría a la salida de su pueblo y juntos compartirían unos minutos de entrenamiento. 'Frankjie' no debe comprender nada, nada de su amigo desaparecido al que no voverá a ver, pero la imagen del pájaro esperando a su compañero ciclista parte el corazón. 'Frankjie' ha perdido a su ciclista y seguramente se preguntará por qué hay tantas flores en el lugar donde nunca debió morir un corredor atropellado por una furgoneta.

El destino, tantas veces cruél, quiso que Scarponi pasase unas horas por casa para ver a su mujer y a sus dos hijos, en vez de incorporarse directamente a la concentración del conjunto Astana para preparar el Giro. Como el mismo sábado debía viajar madrugó para entrenar, a las 8 de la mañana, una hora demasiado temprana para rodar en bici. Y fue entonces cuando se produjo el letal accidente.