Froome inicia su ofensiva a la victoria final en la Vuelta

El ciclista británico triunfa en Peña Cabarga y Quintana se convierte en su sombra

Chris Froome expresa su alegria al ganar en Peña Cabarga

Chris Froome expresa su alegria al ganar en Peña Cabarga / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / SOLARES

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¡Señoras y señores, la 'Bestia' ha despertado! La 'Bestia' ha despertado y difícilmente volverá a dormir. La 'Bestia' que lleva dentro Chris Froome ha salido de su interior, como si fuera un Alien, y es la que le indica que el esfuerzo y la fe por disputar la Vuelta después de ganar el Tour solo puede tener un objetivo y que no es otro que la victoria final en Madrid.

La ofensiva comenzó en Peña Cabarga, donde Froome ya ganó en el 2011. La Vuelta parece ser cosa de dos, un británico que cuando pone el turbo solo puede seguirlo el otro protagonista, su rival, Nairo Quintana, el líder, el que se defendió y se agarró tras la rueda del británico para coronar con el mismo tiempo una de las cumbres locas de la ronda española, de las que quitan el hipo, ahogan a todos y obligan a los ciclistas a retorcerse sobre las bicis.

Si alguien tenía dudas de que Froome quiere ganar en Madrid solo hizo falta que viera el ascenso a Peña Cabarga, adonde llegó el pelotón impulsado por un Tinkoff que mató a la fuga, extrañamente en la etapa que peor le iba a Alberto Contador, incluso siendo el gran Alberto y estando al ciento por ciento de efectividad. La labor del Tinkoff quitó trabajo al Movistar y hasta le sirvió a Froome para que pudiese preparar mucho mejor su victoria, aunque transparentó una vez más el inconformismo del madrileño.

La Vuelta ya es es el duelo esperado todo un año, el que no se vio ni en el Aspin, ni en el Peyresourde, ni en Arcalís, ni en el Ventoux, ni en los Alpes, la confrontación directa entre Froome y Quintana, donde, por desgracia, no está Contador y en la que tiene ahora un peso vital el ciclista incombustible, Alejandro Valverde, en su tercera gran ronda por etapas consecutivas, tercero de la etapa y tercero de la general.

Pero, ojo, Valverde será sacrificado. El hambre voraz de Froome, esta especie de alienígena surgido de las entrañas de África, condena la buena voluntad y corta las alas de libertad con las que quiere correr en esta ronda española para ser feliz, para disfrutar sobre la bici. En Peña Cabarga ya dio sus primeras pedaladas al servicio de Quintana. Y aún así fue tercero. 

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Froome, en una Vuelta que ahora entra en el País Vasco, tiene anotada la etapa del Aubisque, patria de unos Pirineos que le gustan y apasionan mucho más que los Alpes. Allí notará el aroma del Tour y allí tiene un ascenso largo, sin desniveles alocados como los de Peña Cabarga, para comenzar a ejecutar una Vuelta que quiere ganar. Ya ha perdido por lo menos dos (dos veces segundo en el 2011 y el 2014) y no quiere volver a llegar a la última etapa para no subir a otro escalón del podio que no sea el primero. "Mi objetivo siempre ha sido irme metiendo en carrera poco a poco porque vengo de ganar el Tour y disputar los Juegos". La ofensiva ha comenzado.

Todas las clasificaciones en la página oficial de la Vuelta.