Froome gana un Tour sin rivales

El ciclista británico aspira a seguir la senda de Anquetil, Merckx, Hinault e Induráin

Froome, de amarillo, celebra la victoria en la entrada a la meta en París con todo su equipo.

Froome, de amarillo, celebra la victoria en la entrada a la meta en París con todo su equipo. / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / PARÏS (Enviado especial)

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A los 31 años, la edad de Christopher Froome, tres Tours desde este domingo, "esta es una carrera tan particular que mi sueño sería volver los próximos cinco o seis años y ganarla de nuevo", las viejas glorias de la historia del ciclismo ya estaban retiradas o empezaban un preocupante declive. Eddy Merckx ya había conseguido el quinto Tour, y para él nunca más nada fue igual, al igual que un Jacques Anquetil en zona descendente y Bernard Hinault se disponía a subir por última vez al cajón de los Campos Elíseos, aunque sin el glamur actual, con la imagen del Arco del Triunfo al fondo, un formato que inauguró el exciclista que en Francia no se puede nombrar y que, por lo tanto, se ha tachado de la historia de la 'grande boucle'.

Froome, en cambio, es el abanderado del nuevo ciclismo, el que premia la tecnología al máximo, el que desprecia las artimañas médicas del corredor innombrable y el que confía infinitamente en un equipo llamado Sky, con más de 30 millones de euros de presupuesto, una barbaridad en este deporte y una cifra inalcanzable para el resto de escuadras. Un Sky donde la mayoría de gregarios podrían ser jefe de filas en conjuntos más discretos, como Wou Poels, capaz de dejar al líder en la misma línea de llegada de una gran etapa de montaña, o Mikel Landa, el ciclista español con futuro más brillante y que ha sido podio del Giro.

RETIRADA LEJANA

Tres Tours lo contemplan desde este domingo, como la belleza habitual año a año de unos Campos Elíseos entregados al ciclismo; un Froome sin fecha de caducidad. "El año que viene espero volver a pelear por el jersey amarillo, aunque con mayor batalla que este año, con un mejor Quintana y con un Contador, que ha quitado espectacularidad al Tour por culpa de sus caídas y abandono".

Sin embargo, él está llamado el año que viene a empezar a acercarse con cuatro victorias en París, si la logra, al récord de las cinco que posee, aparte de Anquetil, Merckx e Hinault, Miguel Induráin, quien a los 32 años, en 1996, intentó sin éxito el reto de un sexto triunfo consecutivo, en una ronda francesa con mucha lluvia y de triste recuerdo para quienes la vivieron en directo.

En el ciclismo actual la edad no parece ser un obstáculo para corredores treintañeros. No debe serlo para Froome, feliz como un niño sobre el podio de París. "Ahora los tiempos han cambiado y yo no puedo estar el año entero disputándolo todo, como hacía Merckx. Por eso, no voy al Giro. Ahora, asumo los Juegos y luego, tal vez, iré a la Vuelta".

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¿Es su ciclismo espectacular? Evidentemente. Y su dominio no es muy diferente al que ejercían antiguos astros del Tour, los que dominaban  la contrarreloj, com él, y los que ascendían por los montes sin problema, como él. Banderas y simpatías aparte, no hay una gran diferencia entre la forma de actuar de Froome o la de Induráin. Y los Tours de Miguel no eran aburridos en España. El problema de esta edición no ha sido Froome, si no la fragil oposición de sus rivales, con un Nairo Quintana bajo de forma y un Alberto Contador caído en combate. La diferencia con los Tours de Induráin es que a Froome le ha faltado un opositor con el genio de Claudio Chiappucci, la consistencia de Tony Rominger, la sorpresa de Piotr Ugrumov o la efectividad de Alex Zülle para impedir que este domingo sonara de nuevo el 'God Save the Queen' en la capital francesa.

FUERZA E INTELIGENCIA

Froome ha ganado este Tour porque ha pedaleado con la fórmula y la seguridad de verse mejor que sus rivales en la contrarreloj, más pícaro para adivinar las claves de una etapa (el descenso del Peyresourde o el viento camino de Montpellier), astuto para buscar el instante de un ataque en la montaña (subida al Ventoux) y confiado en que tenía un equipo de otra Liga y dimensión para respaldarlo si llegaba una situación complicada, como su caída en la penúltima etapa alpina. "He tenido un equipo magnífico y más potente que el de otros años porque se reforzó con la base del Giro, donde las cosas no fueron bien", dijo en alusión al abandono de Landa en Italia.

A la hora de buscar responsables ante la falta de espectacularidad, rivales y ataques serios subiendo montes, lo que gusta al aficionado, (el único que hubo fue el de Romain Bardet y fllegó en un descenso) en este Tour finiquitado en París, Froome es inocente, porque él ha sido el protagonista de las tres escenas que más se recordarán: su descenso en el Peyresourde, su chispa y picardía para acompañar a Peter Sagan y cortar al resto de figuras con la ventisca de Montpellier, y su carrera a pie por las cuestas del Ventoux, cuando ya había sacado de rueda a la mayoría de contrincantes, sobre todo a Quintana, y se disponía a ampliar su hegemonía al frente de la general. Solo faltan 11 meses para que empiece el Tour 2017. Y logre o no la victoria Froome, que sea más divertido que el de este año. Por favor.

Todas las clasificaciones finales del Tour 2016 en la página oficial del Tour.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Las cinco claves de la ronda francesa 2016","text":"El\u00a0abandono\u00a0por\u00a0ca\u00edda\u00a0de\u00a0Contador Lo ha dicho Chris Froome, el abandono de Alberto Contador, a consecuencia de las secuelas de las dos ca\u00eddas que sufri\u00f3 en las dos primeras etapas (se ape\u00f3 en tierras catalanas, subiendo el Cant\u00f3) dej\u00f3 hu\u00e9rfano al Tour de un corredor que, si bien le hubiera sido dif\u00edcil vencer al brit\u00e1nico en la forma que estaba, ten\u00eda el car\u00e1cter que le ha faltado a muchos; el de no rendirse nunca y atacar (lo que agradece el p\u00fablico) aunque fuera con resultado incierto.El\u00a0despiste\u00a0de\u00a0Nairo\u00a0en\u00a0el\u00a0Peyresourde A Nairo Quintana comenz\u00f3 a escap\u00e1rsele el Tour en el descendo del Peyresourde, en la segunda etapa de los Pirineos. En un d\u00eda de tremendo calor fue a buscar el bid\u00f3n que un auxiliar le entregaba en la cima y descuid\u00f3 la vigilancia de Froome, que lo atac\u00f3 en el descenso para sorprender a todos con una de las mejores im\u00e1genes de la prueba: su posici\u00f3n aerodin\u00e1mica con una forma extra\u00f1a de pedalear. All\u00ed, en la meta de Bagn\u00e8res de Luchon, se visti\u00f3 de amarillo y ya no solt\u00f3 la prenda.La\u00a0ventisca\u00a0en\u00a0la\u00a0etapa\u00a0del\u00a0Languedoc El segundo despiste de los rivales de Chris Froome se produjo en una etapa llana, de las llamadas al esprint masivo, pero marcada por el fort\u00edsimo viento, que pod\u00eda cortar al pelot\u00f3n con r\u00e1fagas laterales; un peligro del que estaban avisados todos los corredores, incluido Quintana, hasta el punto de que la jornada se hab\u00eda catalogado como clave del Tour, pese a no haber cimas. Froome aprovech\u00f3 una r\u00e1faba cerca de Montpellier para cortarlos a todos e irse hacia la meta junto a Peter Sagan.La\u00a0carrera\u00a0a\u00a0pie\u00a0en\u00a0el\u00a0caos\u00a0del\u00a0Ventoux Sin duda, ha sido la imagen m\u00e1s repetida en este Tour... Chris Froome corre a pie, olvid\u00e1ndose de la bici, despu\u00e9s de que el caos generalizado (y casi inveros\u00edmil con las enormes medidas de seguridad) cuando el p\u00fablico congregado en la cima recortada por el viento cerr\u00f3 el paso de la moto de televisi\u00f3n y tumb\u00f3 al jersey amarillo y sus acompa\u00f1antes. El jurado del Tour tom\u00f3 una decisi\u00f3n salom\u00f3nica y pol\u00e9mica, al no descontar el tiempo perdido a Froome, que sigui\u00f3 de l\u00edder.El\u00a0jersey\u00a0amarillo\u00a0se\u00a0cae\u00a0en\u00a0los\u00a0Alpes La segunda ca\u00edda de Froome se produjo en el descenso de Meg\u00e8ve, camino de Saint Gervais, en la pen\u00faltima etapa alpina. Se fue al suelo, junto Vincenzo Nibali, cuando encabezaba el grupo de favoritos e iba lanzado hacia Romain Bardet, que hab\u00eda atacado en el descenso. Froome se golpe\u00f3 la rodilla y debi\u00f3 hacer el final de etapa con la bici de su compa\u00f1ero Thomas, con diferente estructura de pedalada. Gracias a ello, Bardet ha sido segundo."}}