El Vall d'Aran atrae visitantes con rutas de vida salvaje

El Vall d'Aran sigue ampliando su oferta turística para sacar más partido a la naturaleza con propuestas de aventuras y ocio familiar para alimentar el potente sector turístico que aporta un 80% al PIB del valle con temporada alta en invierno. Alrafting,hidrospeed, kayak, descenso de barrancos, piragüismo, BTT y paseos ecuestres o el telesilla de Baquèira, abierto también en verano, el sector turístico añade rutas de vida salvaje con propuestas para todas las capacidades.

«Las rutas cortas para ver osos o escuchar la berrea del ciervo, las estancias de varios días en escondites para fotografiar animales como el urugallo o el águila real y los viajes de unas cuantas jornadas que empiezan a tener seguidores ayudan a desestacionalizar el sector. Animales para ver hay en todas las épocas del año», asegura Anna Diaz, consejera de Turismo del Conselh Generau d'Aran. Sostiene que el turismo forma parte de la manera de vivir en el valle, un territorio para ella «casi único por la diversidad de su naturaleza» que cuenta con una gastronomía local muy rica.

TODO EL AÑO / El director del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Jordi Blanch, recalca que el esfuerzo por desestacionalizar no es reciente: «Es cierto que nuestra temporada alta es el invierno. Tenemos un maná que fluye afortunadamente y este último año con fuerza. Lleida es el único destino que no tiene playa en Catalunya y al no tener un producto tan estacional como es el mar, podemos operar todo el año». Cita experiencias para él exitosas como Pedales del Mundo, especializada en rutas en bicicleta.

Pedales del Mundo nació en el 2005 con la ruta Pedals de Foc, que rodea el parque nacional de Aigüestortes. Ha creado rutas en España y está a punto de saltar a Francia. Cuando empezó, toda la clientela era catalana. «Ahora entre nuestros 5.000 clientes ya tenemos gente de todo el mundo. Hace poco tuvimos unos grupos de sudamericanos, de Argentina, Brasil y México, y de distintos sitios de Europa», explica su promotor Pep Vega, para quien los empresarios del territorio tienen que ser más imaginativos para lograr desestacionalizar verdaderamente sus negocios.

Baqueira Beret, el parque nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, cimas de más de 3.000 metros, lagos, senderos, recorridos a pie o en bicicleta y balnearios encabezan las ofertas de la comarca en la que están registradas 13.418 plazas turísticas y otras 22.000 en segundas residencias, muchas solo ocupadas en invierno.

Entre quienes pasan en el Vall

d'Aran sus vacaciones y se sienten un poco araneses también hay voces que reclaman apuestas más allá de la nieve. Pedro Barri, jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción del Instituto Universitario Dexeus, corresponsable con Anna Veiga de la primera bebé probeta en España, con vivienda en Tanau, asegura que el valle fuera de la temporada de invierno tiene muchas posibilidades y propone un gran festival de música o reinventar el proyecto de golf. «Es una pena que mucha gente que tiene casa no vaya en verano, no disfrute de las montañas y los lagos», dice.

Apunta que los contratiempos, como las inundaciones de hace un mes, a veces también generan oportunidades y cuenta que «hay mucha gente de mucha envergadura, gente muy vinculada al valle, que podría poner a punto estrategias de apoyo importantes».