El pollo de Loli

Una mujer de Granada que reside en Gràcia (Barcelona) prepara una comida con la que celebrará junto a sus amigos que "por fin" ha podido votar por la independencia

Loli, de Granada, en Gràcia.

Loli, de Granada, en Gràcia. / periodico

MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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A las siete de la mañana, Loli Molla, de Granada, dejó en la cocina de su piso del barrio de Gràcia el pollo con salsa con el que celebrarán con sus amigos que hoy "por fin" han podido votar por la independencia de Catalunya. Enfundada en su camiseta amarilla del último 11 de septiembre, Loli quiso ser la primera en votar "sí, sí" en una de las tres mesas de la escuela Patronat Domènech del barrio de Gràcia de Barcelona.

"Cada vez que voy a Granada le tengo que contar a mi madre que los catalanes no son tan malos como los pintan", asegura. Junto a Loli, un centenar de vecinos madrugaron para ser los primeros en participar en una jornada que a esta hora, las diez y media de la mañana, se desarrollaba sin incidentes destacables en los puntos de votación de toda Catalunya.

Josep María Segura, responsable de coordinación del punto de votación y de la cuarentena de voluntarios del primer turno de la jornada, daba el disparo de inicio de la jornada a las nueve en punto y tras recibir un SMS desde el operativo central de organización de la jornada. Antes de nada, todos los voluntarios posaron para una foto familiar junto a una de las urnas. "Es un momento histórico", dijo un emocionado Segura.

Por el momento los Mossos d'Esquadra se han abstenido de identificar a ningún responsable de los centros de votación, a pesar del requerimiento de urgencia redactado anoche por la Fiscalía General del Estado al director de la policía autonómica. El propio gobierno de la Generalitat advirtió a última hora que los policías no identificarían a voluntarios ya que los únicos responsables a identificar de la jornada de hoy eran los miembros del Gobierno catalán.