El Català de l'Any

Bienvenidos todos a la fotografía del futuro

Joan Fontcuberta, fotográfo. Si algo define a Fontcuberta es su capacidad para tratar la imagen desde muchos puntos vista. Fotógrafo, artista, teórico y comisario de exposiciones, recibió en marzo del 2013 el prestigioso premio Hasselblad de Fotografía, comparado con el ‘Nobel’ de la disciplina

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MÒNICA TUDELA
BARCELONA

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El primer candidato de este año a los premios Català de l'Any es un fotógrafo que a principios del 2013 recibió nada más y nada menos que el llamado Nobel de la fotografía, el prestigioso Premio Internacional de Fotografía Hasselblad. Se trata de Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955). Pese a su apariencia tranquila y de sabio despistado, el autor es seguramente una de las personas que responde con más convencimiento y como si fuera algo sencillo a la intrigante pregunta de hacia dónde va la fotografía. Y, ante tal reto, hay quien le escucha embelesado y quien le critica ferozmente. Él, sin embargo, no pierde su sonrisa amable.

Fontcuberta recibió el galardón por su trabajo de más de 30 años como fotógrafo, artista, teórico e historiador del medio fotográfico. Por su trayectoria sostenida poniendo siempre un interrogante a todo lo que ve, a todo lo que se difunde en imágenes y sembrando la duda sobre el valor de testimonio que tradicionalmente se otorga a una foto. «¿Nos podemos creer la fotografía? Yo no me la he creído nunca. Igual que nunca me he creído las palabras. No nos sintamos abrumados por el hecho de que, de repente, las fotografías pierdan ese poder, ese valor testimonial que tenían. La clave no es si debemos creer la fotografía, es si debemos creer al fotógrafo», asegura. Fontcuberta es considerado el representante por excelencia de la postfotografía o fotografía 2.0.

Para demostrar sus tesis, Fontcuberta se ha valido a lo largo de su carrera de todo tipo de técnicas. Desde disfrazarse él mismo de astronauta (proyecto Sputnik, 1997), de monje (proyecto Karelia: milagros&co, 2002) o de lo que haga falta para crear situaciones que podrían ser reales pero que no lo son, hasta crear fotos mediante algoritmos informáticos. Desde usar palabras clave introducidas en Google para obtener fotos y elaborar murales gigantes (Googlegramas) a construir fotomosaicos y grandes instalaciones a partir de fotos hechas por miles de ciudadanos anónimos. Obras que son de todos y que, a la vez, no son de nadie para, de nuevo, hacer salta las alarmas: ¿dónde quedan los derechos de autor? «No me interesa tanto la foto individual como estudiar por qué se hacen este tipo de imágenes, qué tendencias hay en la sociedad», dice. Y de nuevo hay quien le aplaude y quien le denosta. Él lo encaja con tranquilidad. Quienes le alaban alegan que, pese a las críticas, el tiempo y la evolución de la fotografía le suelen dar la razón.

COLABORACIÓN CON EL PERIÓDICO / Precisamente en esta última línea de trabajo del autor sobre la creación colectiva, EL PERIÓDICO ha colaborado con Joan Fontcuberta en uno de los actos de las celebraciones del Tricentenario de 1714 y, durante un mes y medio, a principios del 2014, el diario ha recogido fotos de lectores y ciudadanos que han sido entregadas a Fontcuberta para que el artista cree un fotomural gigante que se instalará próximamente en la plaza de Isidre Nonell de Barcelona. El resultado, coordinado por él pero hecho con fotos de miles de personas, estará listo antes del verano.

Licenciado en Ciencias de la Información, además del Hasselblad de Fotografía, Fontcuberta ha recibido también el Premio Nacional de Ensayo (2011), el Premio Nacional de Fotografía (1998) y en 1994 fue ordenado Caballero de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura francés. Ha expuesto por todo el mundo y es profesor de distintas disciplinas, entre ellas de Comunicación Audiovisual, en Barcelona y en Estados Unidos. Ha publicado varios libros sobre el medio fotográfico y sobre tendencias de la imagen, entre ellos, El beso de Judas. Fotografía y Verdad (1997) Y La cámara de Pandora: La fotografí@ después de la fotografía (2010) y A través del espejo (2010).

Como comisario de exposiciones, en 2013 estuvo al frente de dos de ellas en Barcelona: From here on. De ahora en adelante. La postfotografia en la era de internet y la telefonía móvil, y Obra-Colección. El artista como coleccionista. Ambas se centraban en la fotografía en internet y la sobreabundancia de imágenes. Para Fontcuberta, hoy la fotografía es más que un objeto que se obtiene de apretar un botón: es una pulsión, una emoción, un grito, una expresión que se comparte.