Correr crea adicción

Hace años que el ‘running’ dejó de ser una moda para convertirse en una de las modalidades deportivas más practicadas por millones de personas en todo el mundo. El número de 'runners' no para de crecer y las carreras populares se han multiplicado exponencialmente en la última década. Tanto es así que el negocio asociado a la industria textil de este deporte (calzado y equipación deportiva) vive una fuerte expansión, ajeno [aparentemente] a los efectos nocivos de la persistente crisis económica. Aunque la competencia es “brutal”, aún queda “mucho recorrido”, sostienen los profesionales del sector. Y no parece una afirmación gratuita a tenor de la evolución del mercado: en 1997 se vendieron 430.000 zapatillas de 'running'; en 2015 las unidades vendidas se situaron en torno a los tres millones. ¡Un 600% de incremento!

Lo cierto es que correr engancha. Por muchas y variadas razones. “Es un deporte fácil de practicar, relativamente económico, que permite conciliar familia y trabajo y produce un efecto de contagio colectivo”, dicen los expertos. También “aporta sensación de bienestar, contribuye a reducir el estrés, despierta el afán de superación y estimula la motivación del corredor”, afirman. Aunque algunos no comulguen con estos argumentos –“correr es de cobardes”, decía el exjugador del Barça Carles Rexach–, son muchos los que sí se suben al carro del 'running'. ¿Por qué? Nada mejor que consultar a los propios deportistas.

TERAPIA ANTIESTRÉS

Eva Corredera (48 años) no hacía deporte, pero a raíz de una lesión que le obligó a pasar por el quirófano para solucionar una hernia discal comenzó a ir al gimnasio regularmente con la intención de fortalecer la musculatura. El siguiente paso fue salir a correr. De eso hace cinco años. Poco a poco, le picó el gusanillo y se atrevió con una carrera popular de 10 kilómetros en Cardedeu. La experiencia resultó muy positiva y amplió las distancias hasta completar medias maratones. El 'running', comenta, “me hace sentir bien, las endorfinas se liberan, te desestresas y vives momentos de euforia”.  

Para Eva, correr va más allá de hacer ejercicio. En su caso tiene un aliciente extra: aprovecha su participación en carreras populares –Formentera, San Sebastián, Bilbao, Valencia, Berlín– para hacer turismo. En su rápida progresión como 'runner', esta publicista de profesión, ha cambiado el asfalto por la montaña. “Me permite disfrutar de la naturaleza y me encuentro más a gusto en este tipo de pruebas, aunque soy consciente que debo vigilar mi salud y no cometo excesos, sé cuál es mi límite”, sostiene. El ambiente 'runner' es “sano” y fomenta el “coleguismo”, afirma Eva, que alimenta la ilusión de “correr la media maratón de Nueva York”, proyecto que comparte con su marido, también corredor 'amateur'.

ESTIMULA LA CAMARADERÍA

Enric Parera y Mario Piniés (ambos tienen 55 años) son amigos y aficionados al 'running'. Ambos habían jugado juntos a baloncesto en su juventud pero ahora prefieren correr a 'machacar' la canasta. Mario, técnico comercial de construcción, debutó en esta actividad hace diez años. Primero probó el gimnasio, “pero me aburría”, así que aceptó la propuesta de uno de sus hermanos, que le animó a participar en una carrera popular. El test despertó su alma 'runner' y desde entonces sale a correr regularmente. “Es un deporte que te pone a prueba y te va enganchando poco a poco”, opina. A su juicio, llama la atención de la gente porque “es fácil de practicar” y “no requiere de mucha parafernalia”.  

Piniés destaca el “buen ambiente” que rodea un deporte que “ayuda a desconectar del trabajo y de la rutina del día a día”. “Mantener la forma” es su principal objetivo. “En cada prueba intentas dar un poco más para mejorar tu marca personal, aunque sin obsesionarte, ya que al día siguiente tienes que ir a trabajar”, declara. Mario procura salir a correr “cuatro días a la semana durante una hora o 75 minutos aproximadamente”. Cuando prepara una carrera larga, como un maratón, “estiro el entrenamiento hasta las dos horas”, precisa.

Los practicantes destacan el buen ambiente que se respira en las carreras populares

Aunque las carreras de 10 kilómetros y las medias maratones son las que “mejor se adaptan a mis características”, este año espera completar su sexto maratón. Precisamente, en la distancia de los 42,195 kilómetros es donde le gustaría cumplir un sueño: “Entrar en meta con un nieto en brazos”. Esa sería una buena forma de poner punto final a su carrera como 'runner'. Pero antes quedan muchos kilómetros por recorrer. Entre sus próximos retos figura la disputa del Correbarri, la Lluís Companys, la Cursa de Bombers y el maratón de Valencia. En compañía de Enric, por supuesto.

PROGRESIÓN CONSTANTE

Correr no era el pasatiempo favorito de Enric Parera. De joven había participado en alguna carrera popular de forma ocasional, pero “acababa súper cansado, me aburría y no me gustaba”, confiesa. Sin embargo, todo cambió cuando le regalaron una serie de 'gadgets' para hacer deporte y compró el chip amarillo [sistema de cronometraje que se utiliza en eventos deportivos] con el que se puede consultar las marcas personales en internet. “Empecé a apuntarme a pruebas clásicas, normalmente de 10 kilómetros, y a través de la red iba siguiendo mi progresión”, explica. Las sensaciones fueron positivas: “Mi fondo físico fue mejorando y me enganché”, relata. Desde el 2009, este abogado barcelonés no ha parado de correr.    

Enric cuida mucho la preparación. “Procuro calentar y estirar bien para evitar lesiones”, revela. Dedica hasta cuatro días a la semana a entrenar cuando afronta una carrera. Le gusta “escuchar música o la radio” mientras se ejercita. “Es más ameno”, dice. El 'running' le ha ayudado a evolucionar físicamente: “Estoy mejor que hace 10 años”, presume con orgullo. Correr “es como una droga, te proporciona un punto de euforia, incluso cuando no corres estás de peor humor”, reconoce. Aun así, intenta mantener los pies en el suelo y evitar las heroicidades. “La salud es lo primero”, subraya.

Parera alterna diferentes distancias. “Primero pruebas con los 10 kilómetros, después pasas a los 21,097 de la media maratón y al final te atreves con los míticos 42,195 kilómetros”. Él corrió su primer maratón con 50 años. “Ahora llevo cinco, uno por año”, recuenta. Y ya tiene el sexto en el punto de mira. La cita será en Valencia, junto a su camarada Mario Piniés.

¿HASTA CUÁNDO?

Eva, Mario y Enric no se han planteado tirar la toalla en ningún momento. Mientras el cuerpo aguante piensan seguir en activo. La edad no es un hándicap. Miquel Pucurull –popular 'runner' septuagenario– les sirve de estímulo. “Si te encuentras bien físicamente y disfrutas corriendo no piensas en la retirada”, apunta Enric. En su caso, “no haber sufrido lesiones importantes me ha ayudado”.

Ninguno de los tres aspira a lograr grandes gestas, solo pretenden pasarlo bien haciendo deporte y el 'running' les transmite “muy buen rollo”. Es un deporte que fomenta el compañerismo. “Cuando corres con más gente parece que vayas más deprisa”, valora Enric. La próxima meta les espera.