UNA OBRA QUE RECORRE 50 AÑOS DE HISTORIA

Un Stieg Larsson a la italiana

Roberto Costantini publica 'Las raíces del mal', la segunda entrega de una trilogía con trasfondo social

Revelador 8 El escritor italiano el pasado jueves en Barcelona.

Revelador 8 El escritor italiano el pasado jueves en Barcelona.

ELENA HEVIA / Barcelona

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Con toda una vida dedicada a la docencia, el veterano ingeniero italiano Roberto Costantini (Trípoli, Libia, 1952) decidió, a los 59 años, poner negro sobre blanco todas esas ideas que se le iban ocurriendo en los largos vuelo transatlánticos y que acabarían convirtiéndose en Tú eres el mal, una novela negra que la crítica italiana quiso situar en sintonía con la trilogía Millenium de Stieg Larsson (en Italia ambos están editados por Marsilio) por su capacidad de explicar las convulsiones sociales de su país.

Para no ser menos que su homólogo sueco, Costantini también ha concebido tres novelas autónomas pero que en conjunto relatan la historia transversal de la familia de su héroe, el comisario Michele Balestreri, y de paso trazan la historia de Europa de los últimos 50 años.

Desenvuelto y apasionado, el autor italiano ha visitado Barcelona para participar en BCNegra y presentar su segundo libro, Las raíces del mal (Grijalbo), que se desarrolla en dos planos. Los años 60 corresponden a la juventud del investigador que, al igual que su creador, nació y creció en la colonia italiana que la revolución de Gadafi acabó echando del país. En los  80 se desarrolla la investigación del asesinato de una estudiante.

Misógino, con un pasado neofascista y modales expeditivos, el policía de Costantini no es exactamente ese yerno que las madres querrían tener y, sin embargo,  despierta en el lector una extraña empatía : «Escribo con la intención de que mi personaje le sea antipático al lector. Pero no lo he conseguido del todo porque él actúa sin pensar en las consecuencia, algo que a todos en el fondo nos gustaría hacer pero no nos atrevemos porque nuestra educación social no nos lo permite».

Tratándose de intrigas romanas es inevitable que aparezcan los poderes terrenales de la Iglesia católica. «Creo que este Papa es muy  inteligente solo el tiempo nos dirá si también es bueno. En mi novela se dice directamente que la Banca Vaticana financió las actividades anticomunistas vinculadas a Solidarnosc. Y eso debe de ser verdad porque nadie me ha denunciado. ¿En qué cabeza cabe que exista algo como el banco  de Dios?».

Traidores cotidianos

La idea de traición, consustancial al género negro, campa por esta novela como el núcleo duro del hecho diferencial italiano. «Los italianos no creemos en nuestro país. En Italia la traición del Estado propició que los ciudadanos se sintieran libres para traicionar a su vez. Es decir, no pagar impuestos, no pensar en el bien común...». De ahí que el antiguo éxito de Berlusconi solo pueda explicarse en función de ese pecado original. «El votante se decía: es como yo, no paga impuestos y engaña a su mujer».