El hermano mayor

Vacaciones navideñas y ocio infantil es una simbiosis asegurada en Barcelona, donde no hay día que no se programe una actividad para los más pequeños. Pero los preadolescentes y adolescentes a menudo se quedan descolgados de las propuestas lúdicas, como ha reconocido en más de una ocasión el ayuntamiento, que ha dado un golpe de timón poniendo algo más de énfasis a los planes destinados a esa complicada franja, sobre todo a partir de los 12 años. Y en ese marco está el flamante XD Young Fest, el hermano mayor del Festival de la Infancia, que da la bienvenida tanto a aquellos que hasta hace nada iban a salón de niños como a veinteañeros o incluso treintañeros.

El salón está enfrente del Festival de la Infancia y funciona a otro ritmo. Ayer, mientras poco después de mediodía había una gran chiquillada en la plaza del Univers de la Fira de Montjuïc, con colas para subir a una furgoneta de los Mossos que iba a toda pastilla con adultos y niños, a cuál más entusiasmado, al flamante recinto juvenil el público iba entrando a cuentagotas. Allí, como ocurrió el sábado, la animación se vio a medida que avanzaba la jornada, sobre todo por la tarde, aunque no llegó a alcanzar las cotas de afluencia del festival de toda la vida.

Rafa, y otros seis amigos de 15 años como él fueron de los primeros en llegar (abre de 11.00 a 20.00 horas). Hacían cola para probar un simulador de Fórmula 1 y de realidad virtual, de los pocos sitios en los que había que esperar. «De pequeño nunca me había perdido el Festival de la Infancia. Este es muy chulo. En Barcelona puedes hacer muchas cosas, donde vivimos nosotros no hay nada», comentaba entusiasmado el chaval. El grupo venía de Gavà y Begues con el fin de pasar el día y amortizar los 15 euros de la entrada.

A pocos metros, un trío más cercano a la treintena que a la veintena con pinta de 'gamers' (los frikis de los videojuegos de toda la vida) se dirigía directo hacia uno de los puntos estrellas, a tenor del numeroso público que congregó: la zona Gaming, un espacio donde se puede participar en torneos de videojuegos mediante la plataforma Online Champion.

En el otro extremo de este salón, otro de los espacios más aplaudidos: 4.000 metros cuadrados destinados a la práctica del 'skate' (monopatín), el 'scooter' (patinete), el Bmx y patines en línea con capacidad para acoger a más de 200 aficionados de forma simultánea.

Deportes

Otras iniciativas con ambientillo, aunque muy alejado de la algarabía que reinaba en el pabellón de enfrente, con hinchables, pintacaras, circuitos de aventura, talleres…, fueron el estand donde se promocionaba el skimboard, un deporte similar al surf que puso en el agua a niños y padres para practicarlo, y el Street Tech Basket, donde se pueden practicar tiros libres con pelotas inteligentes que indican la velocidad y la inclinación del tiro.

En definitiva, una opción que a tenor de los dos primeros días puede tener un largo recorrido, aunque está a años luz de la magia que sigue despertando el Festival de la Infancia a sus 51 años. Porque allí, la ilusión la ponen los niños.