El voto de mi vecino

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Hay veces en que la estadística sirve para rebatir tópicos. Otras, en cambio, ayuda a entender que lo que se creen tópicos son en realidad descripciones ajustadas a la realidad, por todos conocidas. El análisis pormenorizado del resultado de las elecciones del domingo encaja -con matices, naturalmente- en la segunda categoría. Los cinco barrios en los que Barcelona en Comú (BC) ha obtenido mejores resultados están en el históricamente socialista distrito de Nou Barris: Vallbona -el barrio más aislado de la ciudad-, Trinitat Nova -el más pobre-, Torre Baró, Can Peguera y la Prosperitat. Los peores resultados de CiU, sin sorpresas, también se registran en barrios de este distrito, justamente el que durante el último mandato enarboló con más rabia la bandera del cabreo por la desigualdad. El peor resultado de Trias se registró en Torre Baró (solo un 4,3% de los votos), seguido por Roquetes, la convulsa Ciutat Meridiana -rebautizada por sus vecinos como Villa Desahucio- y la 'colauista' Vallbona.

Siguiendo con la reafirmación de los clásicos, Pedralbes, el barrio con la renta familiar más alta de la ciudad, es donde el Partido Popular -al que el efecto Ciutadans ha dejado con solo tres concejales en la ciudad- ha sacado su mejor resultado en la ciudad, un 19,6% del voto. Es también este barrio residencial de Les Corts donde Ciutadans -que entra al consistorio barcelonés como tercera fuerza con cinco concejales- ha obtenido su mejor resultado, superior al del PP: un 21,6% del voto.

Pero no todo lo ocurrido hace una semana refuerza los tópicos. El análisis de los datos también depara sorpresas, como que el barrio donde la CUP, la candidatura más a la izquierda de las que optaban a la alcaldía -y que ha logrado tres concejales-, ha obtenido el mejor resultado está en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Se trata de la 'aldea gala' de Vallvidriera.

LA ISLA DEL PP

Es cerrando todavía más el foco, mirando las secciones censales -unidad que divide la ciudad en parcelas que agrupan unos 1.000 habitantes cada una-, como se encuentran las anécdotas más llamativas, por ejemplo que la única zona de Barcelona donde el PP es la fuerza más votada está en el popular (por obrero) barrio de Sant Martí, en la esquina entre Bac de Roda y Concili de Trento; a tres calles de la comisaría de la policía nacional.

Es imposible establecer una relación directa de causa y efecto entre los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos años en los distintos barrios de la ciudad y el resultado de las elecciones, pero merece la pena analizar el antes y el después del mapa electoral en las zonas donde se han vivido los principales conflictos del mandato saliente. Las secciones censales colindantes con el Paral·lel -el estreno de cuya reforma acabó con un escrache al hoy alcalde en funciones, Xavier Trias- han pasado de mostrarse predominantemente azules tras los comicios del 2011 -el color asignado a CiU- a ser casi totalmente rojas, el color de la plataforma ciudadana liderada por Ada Colau. Es fácil deducir que el voto de castigo al PSC en barrios populares como el Poble Sec, recogido por CiU en el 2011, se ha volcado a BC, un partido que canaliza el desencanto ciudadano con el sistema (BC, con 4.463 votos, ha doblado en votos a CiU - 2.254- en el Poble Sec).

EL PARQUE GÜELL

Las secciones censales que rodean el parque Güell, cuyo tantas veces anunciado cierre se ha producido durante este mandato, también han sufrido un cambio cromático entre el 2011 y el 2015. En este caso, BC ha dejado atrás en parte a CiU, y en parte también al PSC.

Pero no todos los barrios siguen esa misma lógica de barrio cabreado, barrio entregado a BC. En la Sagrada Família, por ejemplo, territorio que en los últimos años se ha movilizado contra la gestión del turismo, CiU volvió a ganar las elecciones con 6.144 votos, frente a los 5.348 de la lista de Colau.

Un barrio turísticamente conflictivo donde sí ha ganado BC -con todo y ser el barrio de Ciutat Vella donde peor resultado ha sacado-, es la Barceloneta, más popular que la Sagrada Família. En el barrio que ha expresado con mayor rotundidad su rechazo al modelo turístico BC ha sacado el 31% de los votos, frente al 15% de CiU. La número siete de la lista de Colau, Gala Pin, es una conocida activista vecinal del lugar. Llama la atención que la mejor sección censal de ERC está también en la Barceloneta, en el espigón del gas.

CiU intentó jugar la baza de subirse a la ola post-15M del movimiento vecinal y fichó nada más y nada menos que a la presidenta de la asociación de vecinos del barrio más pobre de la ciudad, Trinitat Nova, pero la operación se saldó con pésimo resultado, ya que allí la lista de Trias sacó 269 votos frente a los 906 de Colau. Pese a su clara victoria en todos los barrios del distrito, no será Nou Barris un distrito fácil para BC, ya que sus expectativas en la coalición son casi tan altas como la presión que ejercerán sobre la alcaldía si entienden que no está a la altura.

En medio de la debacle general del PSC -no ha llegado al 30% de los votos en ningún barrio-, hay que resaltar que su mejor resultado sigue estando en Nou Barris, en una sección censal de Torre Baró, con un 29,5% de los votos.

Un lugar común extendido es que los ricos, de derechas, siempre votan, y que la abstención la acusan principalmente las formaciones de izquierda, algo que también parece haberse confirmado en los comicios del pasado domingo, dado que, pese a que el aumento de participación ha aupado a Colau a primera fuerza, los barrios acomodados siguen acumulando más voto que los desfavorecidos. Dicho esto, en el barrio con mayor participación, un impresionante 70,7% -la poco obrera Vila Olímpica-, ha ganado BC (aunque por muy poco). En los seis barrios siguientes con mayor participación ganó CiU. En la cola del entusiasmo está la humilde Marina del Prat Vermell, en la Zona Franca, con una participación del 35%.