La villa de La Sagrera crece con 2 nuevas excavaciones

Todo empezó en realidad dos milenios atrás, pero para los ciudadanos del mundo presente fue hoy hace tres años. El 2 de septiembre de un verano, ese sí, muy canicular, muchos supieron con asombro, tras publicarlo este diario, que las obras de la megaestación de La Sagrera y de la línea del AVE habían topado con una importante villa romana. Hacía semanas que más de medio centenar de arqueólogos trabajaban allí. Actuaban a destajo, porque el hormigón de la infraestructura apretaba y sigue haciéndolo, y también con un secretismo inverosímil, detrás de tupidas vallas y bajo un silencio informativo. Tras dos fases de excavaciones sucesivamente divulgadas que han removido 7.500 metros cuadrados con un balance que documenta una enorme, potente e inédita en Barcelona finca rural romana, el descubrimiento afronta dos nuevas etapas. Una, e inmediata, al norte de la futura estación y aún dentro de las obras del gestor estatal de infraestructuras Adif. Otra, posterior, junto a la calle de Santander, mayoritariamente bajo suelo municipal. La villa puede crecer todavía más y hay trabajo para rato.

Las zonas excavadas y documentadas han desaparecido ya bajo el hormigón del vial segregado para coches del lado mar, o de Sant Martí, que enlazará la estación y el nudo de la Trinidad. La primera lo hizo meses después del sorprendente hallazgo. La segunda y más extensa e importante lo ha hecho desde julio hasta ahora, después de un largo período de excavaciones que se iniciaron tras el derribo del antiguo puente del Treball Digne.

El primer sector descubierto y excavado en el 2011 corresponde al área urbana o residencial con restos de habitaciones, un pórtico y un atrio central. Aquí se empezó a extraer un mosaico, labor que continuó con una superficie mayor en el segundo sector de actuación. Esta parte pertenece principalmente al área rural o productiva de la finca y en ella han aparecido hasta 11 prensas de vino. Esas y otras instalaciones vinculadas a la actividad vitivinícola, como tinajas, canalizaciones o depósitos, han certificado la magnitud de la bodega que posiblemente extendió su actividad a lo largo de 500 años. La villa fue fundada no mucho tiempo después de la creación de la propia Barcino por algún notable emigrado de la Campania romana (actual región de Nápoles) pero lejos de las murallas, en el suburbium de la nueva colonia.

COMO TODA BARCINO / Hasta la decadencia y abandono del siglo V funcionó como una gran heredad productora de caldos layetanos. Los restos encontrados, de mucho más valor documental que patrimonial, según insisten los responsables municipales de las excavaciones, a causa del relativo volumen y estado de paredes, pinturas, esculturas y objetos conservados, se inscriben en una finca con 12 hectáreas de terreno.

Esta es una superficie enorme equivalente a unas nueve manzanas del actual Eixample y que, como ha destacado Carme Miró, responsable del activo y amplio plan Barcino de promoción de la Barcelona romana, era similar nada menos que a la extensión de toda la colonia que fundara el emperador Augusto en el año 14 antes de la era actual. El descubrimiento de la villa de La Sagrera está reescribiendo la historia romana de la capital catalana tanto por su ubicación alejada de la ciudad antigua, como por su actividad y tamaño. Los arqueólogos señalan que es un hecho sin precedentes en el llano de Barcelona.

REANUDACIÓN / Esta semana los responsables de la empresa especializada Codex, contratada por Adif que es quien paga las prospecciones como titular de las obras de la estación, planificarán la nueva fase de trabajos en el solar de la zona norte, un sector más cercano al área privada o doméstica que afloró en los inicios. La construcción de un muro en las últimas semanas permitirá la continuación de las obras de la infraestructura en ese punto al mismo tiempo que se desarrollan también las excavaciones, según ha informado el Servicio de Arqueología de Barcelona.

La fase siguiente para escarbar entre el vial segregado y la calle de Santander, fuera del espacio de La Sagrera y por tanto con otra financiación, tiene ya proyecto pero no fecha de ejecución. Mientras, las piezas destacadas (ver información adjunta) se han trasladado al taller de restauración del servicio de arqueología en la Zona Franca. En el futuro la intención municipal es que vuelvan al barrio donde pasaron tantos siglos en un lugar por decidir. El ayuntamiento también prepara un montaje en 3D para recrear la villa.