La Vil·la Olímpica vota reparar sin cambios la avenida de Icària

Después de 23 años, la mayoría con el pavimento muy deteriorado en la rambla central, ya era hora de que el Ayuntamiento de Barcelona abordara la reforma o reparación de la avenida de Icària, dicen los residentes de la Vil·la Olímpica, el barrio que nació a su alrededor y sobre los rescoldos de las viejas industrias del Poblenou en el parto urbano del 92. La asociación de vecinos reclamó de nuevo este año la urgente mejora del firme, el consistorio se avino ahora a abordarla pero pasando las obras al nuevo mandato después de mayo. Y al alimón decidieron montar una consulta con tres opciones más que cambiaban la sección de la ancha avenida para atender otras ideas expuestas en ocasiones. La urna se abrió ayer en el Casal de Can Gili Nou con participación alta y resultado claro. De 838 votos, 533, el 63,6%, fueron a la opción C: reparar la rambla manteniendo la configuración de la avenida.

La entidad vecinal ha sido la encargada de organizar, con garantías de censo y sufragio presencial, la votación y sin promover ninguna de las cuatro propuestas. La misma neutralidad ha tenido el ayuntamiento, según insistieron ayer tanto el concejal de Sant Martí, Eduard Freixedes, como el activo presidente de la asociación, Jordi Giró.

El responsable municipal dijo que el ayuntamiento "respetará el veredicto", como ya había manifestado al inicio del proceso. También aseguró que "se tendrán en cuenta" las observaciones hechas junto con el voto. Estas se resumen básicamente en mejorar la iluminación y que las bicis usen de verdad el paseo central y no las aceras. También ha habido peticiones, no obstante, de poner más verde y juegos infantiles para dar más vida al lugar.

Las otras tres intervenciones descartadas cambiaban la sección de los casi 900 metros de avenida. La A (22,8% de votos) añadía a la reforma del tronco central la ampliación de las aceras laterales al suprimir las plazas de aparcamiento. La B1 y la B2, las más radicales (9,8% y 3,8%) suprimían una de las calzadas y sus dos carriles de circulación, en el primer caso la del lado montaña y en el segundo la del mar, ensanchando así hasta 27 metros la acera correspondiente y dejando el tráfico en un solo sentido.

Identidad del barrio

En las cuatro opciones se mantenía inalterable la enorme pérgola-escultura metálica, que se extiende a lo largo de dos manzanas, concebida en el 92 por los arquitectos Enric Miralles y Came Pinós. En el barrio no falta quien critica este duro 'bosque' de acero y se refiere a él como "els ferros", pero como destaca Giró, la obra "es un signo de identidad de la Vil·la Olímpica".

"En el escrutinio se manifiesta una voluntad mayoritaria de preservar la personalidad de la avenida y mantener la conectividad con los carriles de bus y coche. Eso sí, mejorando de una vez el pavimento, el paso de bicis y también la seguridad del paseo central", dijo Giró. En una inusual coincidencia, las dos partes se felicitan por el éxito del proceso. "Ha sido simple, consensuado y muy positivo", afirmó Freixedes que en el caso de la rambla del Poblenou chocó de frente con los vecinos.