Un vídeo muestra cómo los buitres devoraron el cadáver de la osa muerta

Territori i Sostenibilitat difunde imágenes de dos cachorros nacidos esta primamera

FERRAN COSCULLUELA / BARCELONA

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El pasado 16 de mayo fue localizado en el Vall d’Aran el cadáver de una osa joven que había muerto, previsiblemente por el ataque de otro oso, y cuyos restos estaban siendo devorados por los buitres. La persona que encontró el cuerpo y avisó a los Agents Rurals fue Josep A. Ferreres, un médico que además es un gran naturalista aficionado. El doctor, que iba con un compañero, filmó toda la secuencia de la carroñada.

El doctor Ferreres ha explicado que el día anterior ya estaba en el Vall d’Aran con la intención de filmar la danza de los urogallos. “Pasamos la noche a 2.100 metros de altura, entre el hielo y la nieve, para poderlos grabar, pero al final no lo conseguimos”, recuerda. Al día siguiente decidieron trasladarse al valle de Varradòs con el objetivo de avistar a los osos.

UN HALLAZGO INESPERADO

“Sobre las 11 de la mañana, vimos que un grupo de buitres se abalanzaba sobre un animal muerto. Miramos con el telescopio y, para nuestra sorpresa, comprobamos que se trataba de un oso. Inmediatamente llamamos a los Agents Rurals y también filmamos la escena”, recuerda.

La grabación se efectuó a una distancia de unos 700 metros y, por lo que vio el doctor, la muerte se había producido pocas horas antes porque se podía apreciar que las cabezas de los buitres estaban bañadas en sangre de un vivo color rojo y no en sangre parda oscura. Además, el lugar en el que murió la osa es recorrido diariamente por esas aves, por lo que es casi seguro que habían localizado el cuerpo ese mismo día.

Sobre la causa de la muerte, el naturalista está convencido de que la causó un gran oso macho, probablemente Pyros, y descarta que pueda haber sido causada por el disparo de un cazador furtivo, como sospecha la asociación ecologista Ipcena.

LA CAUSA DE LA MUERTE

“La necropsia ha localizado heridas de mordiscos y arañazos, y además tenía una parte de las costillas aplastadas. En el lugar en el que murió no hay ningún precipicio por el que pudiera haber caído la osa para causarse ese aplastamiento”, razona el doctor.

Además, se trata del final de la canal de un valle que es un espacio muy abierto, un lugar en el que, según Ferreres, “nunca se apostaría un furtivo”, porque un disparo se escucha de punta a punta del valle, que está muy frecuentado por los naturalistas.

Lo único que le extraña al doctor es que un macho decidiera matar a una osa joven, de año y medio y de entre 35 y 40 kilos, que en poco tiempo podría ser una hembra madura y tener el celo. “Pero también puede ser que esta osa estuviera muy enganchada a su madre, y cuando un oso macho encuentra a una hembra, mata a los cachorros si estos no escapan, para que se ponga en celo en un máximo de una semana. Es un comportamiento habitual en los osos,” explica.

MÁS NACIMIENTOS

El mismo día que este documento gráfico ha llegado a EL PERIÓDICO, la Conselleria de Territori i Sostenibilitat ha divulgado las fotografías de una osa y sus dos cachorros en el parque natural del Alt Pirneu, dentro del término municipal de Lladorre (Pallars Subirà), obtenidas por el equipo de seguimiento del oso pardo.

Los especialistas consideran que es muy probable que se trate de la osa Boavi y dos de sus hijos nacidos este año. Esta hembra, que nació en el 2010, es hija de Pyros y Carmellita. Ya crió hace dos años otra pareja de oseznos que solo se pudieron fotografiar en una ocasión.

Las imágenes representan la primera constancia de reproducción de la población de osos en los Pirineos centrales este año y se obtuvieron a través de una trampa fotográfica el pasado 9 de mayo.

El martes pasado, los técnicos también han podido registrar un vídeo con imágenes de un oso macho joven en la zona del parque, que todavía no ha sido identificado. La grabación también se llevó a cabo con un sistema automático.