El teatro Arnau 'reabre' en la calle

Plataforma 'Salvem l'Arnau'

Plataforma 'Salvem l'Arnau' / periodico

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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El Teatre Arnau llevó este domingo por la mañana su escenario a la plaza Raquel Meller para reivindicar que sigue estando ahí y que el espectáculo debe continuar. La plataforma ciudadana Recuperem l'Arnau ,que promueve la recuperación del recinto -de propiedad municipal desde el mandato del alcalde Jordi Hereu-, montó una gala con cuplés, cómicos y bailarines. Y quieren repetir la propuesta una vez al mes para recordar a todos que el Arnau sigue allí, cerrado, pero, como la corista que aspira a protagonizar la obra, esperando su momento.

“Es un espacio que tiene posibilidades infinitas”, explica Carla, una de las actrices de la matinal, que acogió un discreto éxito de público pese a la oferta de cabaret, canción, escenario abierto, vermut y paella, más subasta de trozos del teatro incluida. El local del Arnau, que abrió en 1894, tiene una sala con 400 butacas, más escenario, zona de bar y otros recintos en un edificio anexo que pueden dar para mucho. De hecho, ya conoció otras vidas como cine, clon del Folies Bergere parisino o plató de televisión con Sara Montiel de presentadora.

Ahora, pequeñas salas cercanas como la Fènix o la Marabal “se han interesado por programar aquí los espectáculos que mejor les funcionen”, explica Marc Serra, portavoz de las plataformas Recuperem l'Arnau i Som Paral·lel. “Queremos que sea un proceso participativo desde la plataforma ciudadana que impulsen los tres barrios que confluyen en el Paral·lel: Raval, Poble Sec y Sant Antoni. Más que plantearnos ahora los usos del espacio, es comenzar la reflexión sobre cómo realizar la gestión vecinal del proyecto”, añade.

Para ello los vecinos han convocado también una jornada, el próximo 13 de diciembre, en la que están invitados a participar los protagonistas de otras iniciativas de autogestión ciudadana, como el flamante espacio de Calàbria 66, en Sant Antoni, o el Ateneu Popular de Nou Barris.   

OBRAS POR PARTES

Al Ayuntamiento de Barcelona ya lo tienen convencido, sobre todo desde otra movilización de Som Paral·lel, el pasado julio. A finales de octubre, hubo una reunión con el consistorio, en la que la plataforma le reclamó que empiecen las obras ya, pero por secciones, para no tener que esperar tanto tiempo para poder utilizar parte del espacio. La plataforma también les ofreció la colaboración de vecinos y arquitectos comprometidos con la sostenibilidad para hacer más económica la obra, señala Serra.

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Las pasadas glorias del Arnau se ocultan ahora bajo un muro de grafiti que tapa las miserias y recoge el proyecto vecinal. El consistorio de Ada Colau, de momento, ha reparado las humedades y las goteras que amenazaban con la ruina del local, cerrado desde el 2004. “Pudimos verlo y está mejor de lo que pensábamos”, afirma Serra.  

Los turistas que este domingo pasaban buscando su hotel o los cada vez más pisos turísticos disponibles por la zona miraban perplejos a los bailarines. “El Paral·lel ha de ser algo más que la descongestión turística de la Rambla. Los vecinos del barrio sienten que se les expulsa de la zona”, señala Serra. Con los teatros del Paral·lel otra vez en pleno auge, lo que no quieren las entidades es que también se les aparte de la programación. “Con el BARTS, que es propiedad municipal, nunca se ha invitado a participar en la gestión y eso que se habló de modelo abierto cuando lo asumió el ayuntamiento”, afirma Toni Oller, del colectivo Talia Olympia.

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