Una vaca se escapa de Mercabarna y recorre calles con tráfico

El animal, que ha saltado por encima de algún capó de coche, ha sido apresado por veterinarios del Zoo

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Una vaca de 500 kilos -poco menos de lo que pesa un miura- ha protagonizado extrañas escenas este jueves en Mercabarna. Algunas solo cabe imaginarlas: el animal estaba siendo trasladado al matadero y se escapó justo al bajar del camión. De eso, que se sepa, no quedó registro. Sí quedó de, por ejemplo, alguno de los intentos de agentes de la Guardia Urbana por atrapar al animal: infructuosos y con un aire de rodeo aficionado. O un aire de lidia: a ratos parece que intentan torear al animal. La vaca, escurridiza, sabía lo que es huir: una vez en libertad salió del recinto y recorrió la calle K abierta al tráfico hasta llegar al párking de trabajadores de Nissan.

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Según explicaron a Europa Press fuentes policiales, el animal tuvo que saltar una valla para salir a la calle, y luego cruzar la línea del tren por un paso a nivel hasta el aparcamiento. Allí quedó atrapada, y fue donde personal de Mercabarna y efectivos de la Guardia Urbana -que desplazó tres unidades al lugar- trataron de capturarla; sin éxito. En varias ocasiones la vaca hizo ademán de embestir a trabajadores que estaban entrando en la empresa. Algunos para ese momento ya habían sacado sus teléfonos y fotografiaban o filmaban el momento. La historia empezó a correr por las redes sociales. Twitter, Facebok y compañía tienen una desarrollada sensibilidad para este tipo de asuntos.

UN ANIMAL AMEDRENTADO

En el edificio de Nissan no era un día cualquiera; allí tenía lugar otra reunión de negociación del convenio colectivo y había trabajadores de otras sedes. Uno de ellos era Javier Adalid, secretario general de CCOO en la sede de Montcada. Adalid, como otros, sacó el móvil, tomó fotos, filmó vídeos. La vaca, asustada, despistada, perseguida, causó daños en varios coches -saltó por encima de un capó- y por la noche ya se registraban las primeras reclamaciones. Fue una especie de bizarro espectáculo: las calles cortadas al tráfico, la gente filmando y la Guardia Urbana intentándolo, una y otra vez. En el centro de todo, una vaca amedrentada, fuera de su medio.

Al final, la Urbana desistió y se optó por avisar a una veterinaria del Zoo, que acudió al lugar. Más acostumbrada a estas cosas, la profesional le lanzó un dardo anestésico e inmovilizó al animal. Cuatro horas duró la aventura: sobre las 11 de la mañana la vaca fue conducida de nuevo al interior del camión y devuelta al recinto agroalimentario.