Unas lentillas que evitan el contacto con los dedos

Concentrados en evitar posibles infecciones como la conjuntivitis, Arnau Corredor, Paulo Federico Martínez y Aina Maull se propusieron idear unas lentes de contacto cuya aplicación no precisara el contacto directo con los dedos. Y dieron con la fórmula para lograrlo: crear las lentillas líquidas. Los tres jóvenes, en la quincena de edad y estudiantes de la Escola Virolai, en el distrito de Horta-Guinardó, participan en grupo en la edición del curso pasado del programa Start Up. «Para llegar al posible prototipo, investigamos con expertos. Trabajar con la ayuda de un mentor es una muy buena experiencia», destaca una de las tres impulsoras de la idea, Aina Maull. «Gracias al ácido hialurónico, y la ayuda de la nanotecnología, se puede conseguir el líquido que, aplicado sobre la película lagrimal solidifica dando lugar a la lentilla y, posteriormente, con la aplicación de agua, puede retirarse sin problema», describe Maull.

«Nuestro proyecto fue seleccionado pero no se ha llegado a materializar porque todavía es necesario investigar bastante. Además, para poder realizarse requiere tecnologías de laboratorio muy avanzadas, a las que no podemos tener acceso fácilmente», justifica la joven. «Pero con el programa Start Up hemos aprendido muchísimo. Te facilita el primer contacto con algo mucho más maduro que la teoría de clase, te guía en el desarrollo de la idea y sobre cómo moverla y moverte tú para hablar con muchísima gente sobre el tema que te interesa», añade.

Este curso, Maull vuelve a participar en el programa con dos amigas y otro proyecto que también ha sido seleccionado. «Es una plataforma online que gestiona la comunicación entre laboratorios».