Una nube artificial aparece sobre Barcelona

En la mañana de este jueves se ha observado la formación de una antroponube encima de la térmica de Sant Adrià de Besòs. Esto ha sido posible gracias a la suma una suma de elementos: vapor de agua, un enfriamiento del aire que lo contiene y pequeñas partículas que actúan como núcleos de condensación.

Los núcleos de condensación están presentes habitualmente en la parte baja de la atmósfera en forma de pequeñas partículas de sal, polen, polvo o partículas procedentes de la actividad industrial y el tráfico. En determinadas ocasiones -sobre todo cuando la humedad del entorno es elevada-, la columna de vapor de agua emitida por la central térmica del Besòs se va enfriando al ganar altura, hasta que llega un momento en el que el vapor se ve obligado a condensarse sobre núcleos de condensación presentes en el aire. En este momento se forman pequeñas gotitas de agua y la nube se acaba haciendo visible, según ha informado la emisora Betevé.

La nube en cuestión puede seguir creciendo en altura y adoptar formas habituales de los cúmulos, por ejemplo. Se habla entonces de antropocúmulo. Esta nomenclatura, que no se encuentra recogida en los manuales y libros de identificación de nubes, fue propuesta hace unos dos años por Marcel Costa y Jordi Mazon, expertos en nubes y autores de varios libros de divulgación de meteorología.

“El antropocúmulo de hoy se produjo en niveles bajos de la atmosfera, entre 100 y 500 metros”, explica Mazón. “Es importante recordar que esta no puede considerarse indicadora de contaminación, pues tan sólo indica la presencia de vapor de agua condensado en la columna de aire caliente ascendente que sale de una de las chimeneas de la industria”, advierte Alfons Puertas, miembro de la Sección Meteorológica del Observatorio Fabra y autor de espectaculares fotos de la nube.