Ocio. JUEGO DE INTELIGENCIA

Una hora para escapar

Un recinto en el corazón del barrio de Gràcia esconde enigmas, misterios, pruebas  e indicios. Es la 'Habitación 73' y quien entra se enfrenta a una aventura de película.

Torrent de les Flors, 96. De martes a sábado, de 11.00 a 22.00 h. Domingo, de 10.00 a 22.00 h. Reservas ‘online’ en www.habitacion73.com

Silvia Patiño y Jordi Camino, creadores de la 'Habitación 73', junto a un posible enigma del juego de intuición.

Silvia Patiño y Jordi Camino, creadores de la 'Habitación 73', junto a un posible enigma del juego de intuición.

ANNALISA PALUMBO / BARCELONA

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Hasta hace poco era una tienda de guitarras. Ahora, una puerta de madera esconde otra puerta negra semiabierta. Es la entrada a la Habitación 73, un juego de inteligencia e intuición que han inventado Silvia Patiño y Jordi Camino como alternativa de ocio ingenioso, diferente y estimulante.

Quienes se atreven a penetrar en esta habitación entran, en realidad, en el antro de un peligroso fugitivo. Una vez dentro, solo disponen de una hora para escapar. Una hora de tiempo para desvelar los enigmas, puzles e indicios de todo tipo que se hallan diseminados por cada rincón. Cualquier objeto aparentemente insignificante puede ser la clave para conseguir huir.

El escenario de este juego misterioso es de un gran realismo. Al entrar, a la derecha, un sofá con un televisor delante y restos de comida china. Al otro lado, una mesa con un tablero de ajedrez que no tiene ni peones, ni caballos, ni álfiles, ni rey ni reina. El lugar de las fichas lo ocupa un cubo de Rubik. Todos los cuadros tienen una carta del tarot encajada en su marco, mientras que, encima de una caja negra que no se puede abrir, se encuentra sentado un pequeño Pinocho.

Al otro lado de la habitación hay otra puerta. Esta es blanca y tiene una pequeña ventana. Más allá del cristal se puede intuir un estancia oscura. La única fuente de luz procede de una pirámide de cristal con reverberaciones de color azul. En su interior flota una llave que da vueltas...

«Hemos invertido mucho tiempo y trabajo en la ambientación -explica Camino-, porque pensamos que esto hace más real el invento». Patiño y él recogieron la idea de unos juegos similares que son muy populares en Hungría, aunque allí, según él, «cuidan poco los detalles». Decidieron trasladar la propuesta a Barcelona y buscaron inspiración en películas y videojuegos, aprovechando al máximo todos los recursos.

Las normas son sencillas: escapar antes de que transcurra una hora desde el momento en que la puerta de la habitación se cierra atrapando los participantes. Durante el tiempo que dura la aventura, los valientes no interactuarán con nadie del exterior y deberán buscar la forma de salir en el contenido de la habitación. Las pruebas, encadenadas entre ellas, conducen a los jugadores por los distintos misterios. Secretos e intrigas que solo podrán resolver trabajando en equipo y que los dos creadores de la propuesta guardan con celo.

«Normalmente la gente sale encantada. Lo mejor es escuchar sus comentarios y reacciones», cuenta Patiño. Y eso que Camino y ella controlan, a través de cámaras, que todo el mundo siga las normas. Para jugar hay que formar un grupo de dos a cinco jugadores, aunque lo ideal es que participen cuatro o cuatro personas. El precio es de 40 euros por equipo.