Presunto caso de corrupción en el Barcelonès Nord

Una empresa revela obras en casa de un cargo de confianza de Albiol

García Albiol, en el centro, durante la inauguración de un equipamiento acondicionado por Demon Engineering en la calle de Baldomer Solà.

García Albiol, en el centro, durante la inauguración de un equipamiento acondicionado por Demon Engineering en la calle de Baldomer Solà.

CARLES COLS
BADALONA

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Que dos empresas reclaman unos 700.000 euros al Ayuntamiento de Badalona por 18 obras encargadas por el exconcejal del PP David Gómez al margen de cualquier canal reglamentario es algo ya sabido. Lo nuevo ahora es la irrupción en escena de una tercera empresa, Demon Engineering, que el pasado 28 de diciembre envió al equipo de gobierno de Xavier García Albiol un voluminoso informe en el que reclama 213.000 euros por otros 37 trabajos ejecutados pero jamás cobrados y encargados también por Gómez. Parece más de lo mismo, pero no es así. Entre las decenas de facturas enviadas por Demon Engineering destaca una por atípica. La empresa asegura con ella que a finales del 2011 realizó diversas obras de mejora en un piso de la calle de Pablo Iglesias en el que, comprobada la dirección, resulta ser el domicilio particular de la coordinadora del distrito de La Salut, Julia Sánchez, un cargo de confianza de designación política por parte del alcalde.

La acusación no ha pillado por sorpresa a García Albiol. Desde hace meses circulaba en Badalona de mano en mano una enigmática factura con el sello de Demon Engineering por unas supuestas obras de «mantenimiento de la vía pública» en la calle de Pablo Iglesias por valor de 13.325 euros. No había constancia de que en aquella calle se hubieran realizado esas obras y sí, en cambio, mucho runrún de que en realidad se trataba de unos trabajos llevados a cabo en casa de la coordinadora. Tanto era así que el propio alcalde se lo preguntó. «Me aseguró que en su casa no se han hecho obras de ningún tipo», dijo ayer el alcalde a EL PERIÓDICO. La propia Sánchez lo corroboró telefónicamente más tarde: «En mi casa no se han hecho obras, no sé por qué tratan de implicarme en algo así». La empresa, sin embargo, ha adjuntado la factura en el expediente enviado el pasado 28 de diciembre al Ayuntamiento de Badalona. Por una parte esa, la enigmática, y también la supuestamente real, la que desglosa los trabajos realizados, ejecutados al final por una firma subcontratada.

¿Por orden de quién presuntamente se realizaron aquellas obras en casa de un cargo de confianza del alcalde? Ahí vuelve a aparecer siempre como un mantra el nombre de Gómez. La empresa confió en la palabra del concejal, que aseguraba que todo se hacía conforme a la normativa municipal. Ni siquiera receló cuando un empleado de la empresa llamó al área de contabilidad para pedir un cambio en la domiciliación bancaria y desde las dependencias municipales dijeron no conocerles. El susto al final, el mayúsculo, se lo llevaron cuando saltó el caso de las otras dos empresas que aseguran haber hecho obras por valor de 700.000 euros y supieron que en vez de pagar el Ayuntamiento de Badalona ha decidido enviar el caso de la Oficina Antifrau como si fuera víctima de la estafa de un concejal de su propio equipo de gobierno. Es decir, que el ayuntamiento interpreta que no tiene por qué pagar las obras realizadas, no ya las supuestamente realizadas en casa de la coordinadora de distrito, sino ni siquiera las ejecutadas en locales públicos.

CONTRADICCIONES / Uno a uno, Demon Engineering detalla los 37 trabajos que exige cobrar. El análisis de esa lista depara dos sorpresas interesantes que contradicen en parte los argumentos que García Albiol utilizó para defenderse en el caso de las otras dos empresas. Entonces, subrayó que la práctica totalidad de los trabajos los encargó Gómez en apenas dos meses, en una alocada estrategia que más pronto o más tarde iba a descubrirse. De hecho, aseguró que su concejal ya estaba siendo observado con lupa. Las facturas de Demon Engineering, no obstante, abarcan un periodo mucho más amplio. Las hay del 2011. Eso ya es un detalle. Otro, aún más llamativo, es que varios de los trabajos corresponden a encargos que nada tenían que ver con las áreas de gestión que tenía encomendadas Gómez. Incluso en una ocasión la Guardia Urbana prestó apoyo logístico a los empleados de la empresa para una de las intervenciones. La incógnita que se abre en este caso es si es posible que los concejales afectados por las obras no supieran nada de cuanto acontecía. Es más, en algún caso hay incluso fotos de cómo el alcalde inauguró equipamientos acondicionados por la empresa, como un centro de la calle de Baldomer Solà.