Ultimátum de los ejes comerciales del centro de Barcelona a Colau

Un grupo de manteros en la plaza de Catalunya.

Un grupo de manteros en la plaza de Catalunya. / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Tenemos en la nevera demasiados proyectos parados”, escriben. La frase resume el hastío que respiran los comerciantes de los ejes más turísticos de la ciudad, integrados en la asociación Barcelona Oberta, con colaboración de los gremios de hoteles y restauración, así como de la Cambra de Comerç. Son muchas las decisiones cuestionadas (o la inacción) del gobierno municipal de Ada Colau en materia de comercio y turismo, aducen. Este lunes celebrarán unas jornadas para hacer visible la importancia de ambos sectores en empleos, defender la relación entre ambos y pedir que no se corten las alas a esos motores económicos. Lo avanzan en la carta abierta enviada a este diario en la que piden respuestas.

El malestar del sector se ha ido forjando casi desde el minuto uno de la llegada del nuevo equipo de gobierno, con presuntas trabas para mantener contacto directo con el consistorio y decisiones que les afectaban sin consultar. Una queja que han compartido con la otra patronal del comercio, la fundación Barcelona Comerç, que aglutina a los ejes de barrio. Ambas están enfrentadas en lo referente a horarios comerciales, pero se han unido por temas clave en los que discrepan abiertamente con Colau: la gestión del top manta y la campaña de Navidad recortada. Ahora, Barcelona Oberta –sin apenas subvenciones y desde la independencia- da un ultimátum colaborativo al ayuntamiento.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"La actitud del ayuntamiento","text":"\u00a0ha propiciado que las dos patronales olviden sus rencillas y se unan"}}

Como ya se constató en el balance de los 100 primeros días de mandato, a la alcaldesa se le aplaudía en materia social y se le suspendía en la promoción económica. Pasadas las semanas, la tónica de desavenencias continúa y el formato de proceso participativo creado para resolver el debate de los horarios comerciales en festivos del 2016 no ha mejorado la situación, según su opinión.

AUSENCIA MUNICIPAL

El colectivo, que integra a 11 ejes como Barna Centre (el Gòtic), el Born, el paseo de Gràcia, Pelai, la Rambla, Cor Eixample, Gaudí Comerç… y representa a unas 5.400 tiendas, ha vivido dos ofensas más. Una en la visita de la alcaldesa a la Cambra de Comerç, donde cuestionó ante el empresariado el formato de colaboración público-privada de los últimos años en defensa de lo público, se lamenta el comisionado de Comercio de la Cambra, Lluís Vendrell. Y otra en la reciente jornada anual de Comertia (agrupación de 62 empresas familiares catalanas de comerciantes con más de tres puntos de venta, y que suman más de 5.000 establecimientos), donde por primera vez en 13 años no acudió un solo representante municipal, se queja Joan Carles Calbet, su presidente.  “Y nos preocupan otros muchos movimientos desconcertantes, como cuestionar el congreso de móviles, la F1 o los cruceros, o poner pegas a hoteles y terrazas. ¿No tienen claro quién genera ingresos y mueve la nueva economía?”, agrega.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El comercio representa el\u00a011,5%\u00a0","text":"del PIB de Barcelona"}}

Los comerciantes interpretan desinterés del consistorio por el comercio, que representa el 11,5% del PIB local. Colau y su equipo han hecho bandera en repetidas ocasiones del comercio de proximidad, de barrio, algo que todos defienden como seña de identidad local. Pero en Barcelona Oberta enfatizan que entre sus asociados también hay mucho pequeño comercio (del Eixample a la Rambla) y que las grandes marcas apenas están integradas. ¿Por qué pues ese poco respaldo institucional?, se queja Gabriel Jené, presidente de esta patronal. “Hay que abrir un punto de inflexión y reforzar la relación entre comercio y turismo porque Barcelona es el segundo destino de shopping y el 35% del gasto del viajero es en compras”, destaca, pidiendo que Barcelona no se inhiba en potenciar su Navidad ni su epicentro.

En el Born, Marga Domingo recuerda que aunque los alquileres sean caros, muchos nuevos diseñadores y artesanos dan un valor añadido al comercio local y luchan por salir adelante, pero no han encontrado apoyo ni para celebrar su gala anual en el Born Centre Cultural, por lo que han tenido que buscar un equipamiento privado. Más cabreo hay aún con la retirada de terrazas. Y en la Rambla, con su plan de futuro paralizado, el presidente de Amics de la Rambla, Joan Oliveras, clama por resolver el tema del top manta no solo por la vía social sino también afrontando la actividad delictiva. Y pide a Colau que evite una “visión fragmentada” del comercio.