ASAMBLEA CONTRA LA ESPECULACIÓN

La trinchera inmobiliaria se extiende al Poble Sec

Vecinos del número 128 de Nou de la Rambla se organizan ante el temor a una operación especulativa que les expulse del barrio

Vecinos del edificio de Nou de la Rambla 128 y miembros del Sindicat del Barri de Poble Sec, durante la asamblea de presentación de su causa.

Vecinos del edificio de Nou de la Rambla 128 y miembros del Sindicat del Barri de Poble Sec, durante la asamblea de presentación de su causa. / periodico

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA

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Se sienten amenazados por el intruso, cuya inquietante presencia intuyen más y más cerca. Conocedores del poderío de quien les acecha, apelan a una de sus pocas armas disponibles: dejar constancia de que una especie invasora puede expulsarles de su hábitat. Lo suyo es un SOS tras constatar que el tsunami inmobiliario que inunda desde hace años el Gòtic y la Barceloneta, entre otros barrios, ya ha llegado al Poble Sec. Pero es también una velada advertencia de lo que puede pasar mañana con quienes hoy se consideran a resguardo. Son los vecinos del número 128 de la calle de Nou de la Rambla, que han decidido organizarse y plantar cara antes de que la "más que previsible agresión" inmobiliaria se haga oficial.

Esa precaución puede resultar alarmista para algunos mientras no se haga realidad, no así para los inquilinos de este edificio, todos ellos residiendo en régimen de alquiler, que no quieren esperar a ese punto y quedarse sin margen de maniobra. Por eso interpelaron al administrador de la fincas sobre su futuro tras detectar "movimientos sospechosos, con personal trajeado tomando medidas de pisos vacíos, peritando en espacios comunes como el terrado" durante las últimas semanas, como desvela Sergi, portavoz vecinal. "Al preguntar a Fincanova, nos trataron de calmar diciendo que no había nada en firme; pero acabaron reconociendo que el propietario tiene voluntad de vender y hay negociaciones en marcha", desvela. El administrador de fincas no ha querido hablar con este diario

Desde entonces han decidido unirse, sabedores de que haciendo la guerra en solitario serán presa segura de los especuladores, especialmente como moradores de un barrio con una de las rentas per cápita más bajas de Barcelona. Nada de eso es impedimento para la penetración de un doble fenómeno en el vecindario, "el de la turistificación y la gentrificación", como expone Sílvia, portavoz del Sindicat de barri del Poble Sec, que ha apoyado a los vecinos en la asamblea en que han dado a conocer su causa. 

ESCALADA

Sílvia habla de "incrementos de entre el 20% y el 30%" en el precio del alquiler que afrontan los vecinos cuando renuevan el contrato. Un margen inasumible para la familia de Àngela Fabra, vecina del 2º 4ª, que ahora paga "algo menos de 600 euros" y ya mira de soslayo otro destino si en la próxima renovación del contrato, en abril, le imponen "una cifra superior a esa límite". "Mi marido trabaja, pero le quedan menos de 6 meses de contrato; en general entran poco más de 900 euros a casa entre mi pensión y su subsidio, insuficiente para vivir nosotros y nuestros dos hijos", revela.

Como Àngela, el año que viene "unos 40.000 inquilinos verán acabar su contrato de alquiler", explica Sílvia para avanzar la magnitud de la tragedia. "Somos muy conscientes de la situación de emergencia que nos asuela y queremos que todo el mundo lo sea. Más de un millar de vecinos han sido expulsados en los últimos 3 años en Barcelona por esta problemática", añade.

"La especulación ya está aquí. Se ha derribado un edificio antiguo en la calle de Poeta Cabanyes y ya se anuncian pisos que costarán 400.000 euros", destaca Sergi. Sílvia alerta de que la situación hace que incluso personas mayores decidan dejar de pagar e incluso 'okupar'. "O se revierte la situación o la reacción de la gente es imprevisible; imagina que un 10% de barceloneses decide no pagar el alquiler si sigue esta escalada abusiva", destaca.