ENCUENTRO de urgencia en el ayuntamiento

Trias se reúne con los vecinos con el conflicto en expansión

CARLES COLS
BARCELONA

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Xavier Trias puso fin ayer a sus vacaciones con una reunión a las nueve de la noche (de la que hasta el cierre de la edición a medianoche no fue posible conocer su desarrollo) con los vecinos de la Barceloneta, después de que la concejala del distrito, Mercè Homs, fracasara el viernes en un primer intento del ayuntamiento de responder a las demandas de los residentes. De hecho, aquel cara a cara con Homs tuvo el contraproducente efecto de caldear más aún los ánimos. Tanto es así que hoy y el sábado se anuncian más manifestaciones, con la novedad en la segunda de que no se recorrerán solo calles de la Barceloneta, sino que se prevé acabar en la plaza de Sant Jaume.

El conflicto de la Barceloneta parece que está lejos de ser una simple efervescencia estival, de ahí que desde la alcaldía se anunciara ya el lunes a los vecinos que Trias en persona debatiría con ellos las posibles soluciones. Al final fue ayer cuando se les convocó a la reunión, formalmente en el marco de la mesa de seguimiento iniciada con las medidas municipales reveladas por Homs.

Entre uno y otro momento, sin embargo, el conflicto ha crecido. La Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB) hizo público ayer un manifiesto, Barcelona no está en venta, en el que invitó a los residentes de la ciudad que sufren en sus barrios molestias por culpa de los excesos del turismo a participar en la marcha del sábado. El texto es un detallado repaso a los daños colaterales que la industria turística causa. «La actual gestión del turismo, beneficiosa para algunos, está agravando las desigualdades que fracturan y desfiguran la ciudad», resume. Según Lluís Rabell, presidente de la FAVB, la protesta del sábado tiene en realidad dos propósitos. El primero es obvio: sacar el malestar a la calle, que se oiga en público. Pero hay un segundo objetivo. Realizar una primera toma de contacto posvacacional entre todos los focos de enojo que salpican el mapa de la ciudad.

ASAMBLEA EN SEPTIEMBRE / Los problemas que sufren los vecinos del parque Güell no son los mismos que padecen los vecinos de la Barceloneta, pero el origen es el mismo, argumenta Rabell. Por eso, la FAVB quiere que la manifestación del sábado sea la antesala de una asamblea que se pretende convocar en septiembre y de la que podría salir, en cierto modo, una suerte de contrapeso al potente lobi turístico, o como mínimo una voz única que coordine todas las protestas, algo inexistente a estas alturas. «Hoy (por ayer), nada más hacer público el manifiesto, me han llamado un grupo de barceloneses de la Esquerra del Eixample que tienen también problemas con la proliferación de pisos turísticos en su barrio», dijo el líder de la FAVB.