Trias se defiende de una oposición que le reprocha las desigualdades

A tres plenos de acabar el mandato, el de este viernes estaba reservado a analizar el estado de la ciudad. La llegada de Xavier Trias, hace cuatro años, fijó en el calendario que en enero el equipo de gobierno presenta un informe sobre la materia. Y a pesar de que el análisis del gobierno de CiU es optimista y, como es lógico, pone el acento en los datos que más le favorecen, Trias tuvo que encajar un duro balance de la oposición que dibujó una Barcelona más desigual.

"Hoy tenemos una ciudad fuerte, solvente, creíble y viva", describió el alcalde, para a continuación insistir en el mantra de la buena salud financiera: el ayuntamiento tiene déficit cero, paga a 30 días, genera confianza y tiene la deuda controlada. Esta situación, que los grupos de la oposición no pueden discutir, no impide sin embargo que haya distritos de la ciudad en los que "hay gente que lo pasa muy mal", admitió el alcalde.

Como Merkel, no como Obama

En la primera intervención del presidente del grupo municipal del PSC, más conciliadora que la segunda, Gabriel Colomé admitió esa buena forma de la economía barcelonesa pero se quejó de que no haya evitado los desequilibrios. "Alcalde, no ha estado a la altura de las circunstancias: le gusta ir de socialdemócrata, pero hace políticas neoliberales favoreciendo las rentas más elevadas. Ha hecho de Merkel, en vez de hacer de Obama", le recriminó el socialista.

Quienes fueron sus socios en el consistorio, ICV-EUiA, dibujaron un panorama similar. "Estamos en un ayuntamiento más rico con una ciudadanía que está más empobrecida. Se han incrementado las desigualdades", afirmó tajante su jefe de filas, Ricard Gomà.

Menos equipamientos

El dirigente ecosocialista, que abandonará la política activa en mayo tras 12 años en el ayuntamiento (ocho de ellos, en el gobierno), aseguró que Trias y su equipo han sido "insensibles" y han vivido "de espaldas a la gente que sufre". Gomà enumeró los equipamientos sociales (viviendas para gente mayor, jóvenes, guarderías) que se abrieron en la etapa 2008-2011 y los contrapuso con los que lo han hecho en la última legislatura.

Pero a Xavier Trias le molesta que se acuse a su gobierno de insensibilidad social. Por eso, ayer recordó que desde el 2011 se ha aumentado un 43% el presupuesto social. "No hemos hecho ningún recorte ni ajuste en este ámbito", recalcó el alcalde.

Política continuista

Los otros dos grupos de la oposición hicieron un diagnóstico menos negativo. El presidente del PP, Alberto Fernández, con quien Trias ha pactado planes de inversiones a lo largo de todo el mandato, consideró que al ejecutivo local "le ha faltado empuje e iniciativa" y se ha dejado llevar "por la inercia" de lo que ya habían hecho los gobiernos anteriores "del tripartito".

La "política continuista" del alcalde, según Fernández, tiene la mancha más negra en el expediente de Can Vies. El dirigente popular se quejó de que en el informe sobre el estado de la ciudad no se hace mención a los disturbios de mayo. "¿Tienen amnesia? ¿No les importa la vergüenza de ceder ante los violentos?", atacó.

Una cifra de parados menor

El candidato del PP a las próximas municipales (el único que repite como Trias, porque el resto, Colomé, Ricard Gomà y Jordi Portabella, se retiran o no encabezan sus respectivas listas) sí admitió los buenos resultados de las cifras de empleo en Barcelona. De este modo, de paso, abonaba la tesis del Gobierno de Mariano Rajoy sobre la recuperación económica.

"No estoy contento con las cifras del paro", respondió el alcalde. Pero a continuación atacó al PSC y a ICV-EUiA asegurando que durante su mandato se ha reducido en 7.000 el número de parados mientras que en el inmediatamente anterior se incrementó en 56.000. "¿Dónde estaban ustedes, en la luna?", les espetó. Y añadió que no considera que tenga la culpa de las desigualdades o el desempleo. "Ustedes no asumen su parte de culpa", objetó Trias.

Ecosistema frágil

Socialistas y ecosocialistas se quejaron de que las políticas de empleo no han sido efectivas, mientras que Jordi Portabella expresó su preocupación por la pérdida de tejido industrial. Además, el republicano sostuvo que "la geometría variable", el cambio de socios para tirar adelante los proyectos, desde ellos mismos al PP pasando por el PSC, ha impedido la solidez del modelo de ciudad, convirtiéndolo en un "ecosistema frágil".