Pleno municipal en la capital catalana

Trias defiende subir el IPC a metro y bus y mantener el horario nocturno

Unos vecinos exhiben una pancarta pidiendo transporte gratuito para los parados en el salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona, ayer.

Unos vecinos exhiben una pancarta pidiendo transporte gratuito para los parados en el salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona, ayer.

RAMON COMORERA
BARCELONA

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La subida de cada año, en diciembre y a cargo del consorcio de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), de los billetes del sistema de tarifa integrada motivó ayer el enfrentamiento más intenso de un pleno municipal de Barcelona básicamente deliberativo y sin apenas realizaciones concretas para la ciudad. El alcalde Xavier Trias, en respuesta a una pregunta de su antecesor Jordi Hereu, dijo que él defiende «ajustar el máximo posible» esa subida al IPC y también no recortar la calidad del servicio, es decir el metro nocturno.

El debate habitual de las nuevas tarifas se adelantó esta vez con informaciones en noviembre sobre que la T-10 (75% de títulos vendidos) podría pasar, en una zona, de 8,25 a 9 o 10 euros, del 9% al 21% más. La Generalitat, que preside la ATM, dijo lógicamente entonces que el consorcio no había tomado todavía decisión alguna y que el incremento dependería de la aportación del Estado.

El choque, en el que también intervino el republicano Jordi Portabella, tuvo tonos agrios. Hereu exigió a su sucesor «credibilidad y liderazgo» y Trias le tildó de «fresco» y de querer «arruinar otra institución» (ATM) como ya hicieron los socialistas y el tripartito con la Generalitat. Hereu recordó que CiU cuestionaba cada año la actualización de los billetes (en los últimos cuatro han subido siempre bastante más que la inflación) y pidió a Trias que defienda al ciudadano. Este contraatacó y le acusó de haber llevado a sabiendas a la ATM a un «déficit insoportable».

El alcalde dijo que dará ejemplo y en el 2012 «aumentará el 10%» la aportación a la ATM para cubrir el 60% del coste del sistema que subvencionan también el Govern, el Estado y demás ayuntamientos metropolitanos. Al mismo tiempo acusó a Hereu de haber reducido su contribución de «98 millones en el 2009 a 73 en el 2010». Y resumió su posición en una trilogía: que el Estado aporte más (la Generalitat no puede porque está en una situación «desesperante»), decidir con cuidado la subida que afecta al ciudadano y mantener las horas de servicio.

PROTESTA CON PANCARTA / En su epílogo, no obstante, Trias se curó en salud y, para sorpresa general, lo dejó todo abierto: «¿Que pasará? No lo sé», acabó. Una decena de vecinos se sumó a la disputa del transporte al desplegar en la tribuna del público una pancarta que decíaTransport gratuït aturats,consigna que corearon hasta ser sacados de la sala.

Hubo rifirrafe también al aprobar las cuentas del 2010, aunque solo el PP votó en contra. Sonia Recasens (CiU) aceptó que la economía municipal está saneada, pero insistió en unas «tendencias y gastos peligrosos», expresiones que William Carnes (PSC) consideró que «lesionan» la solvencia municipal. Javier Mulleras (PP) denunció hasta «cinco abusos» del antiguo bipartito; Joaquim Mestre (ICV) defendió la política «equilibrada» de ese equipo y Jordi Portabella (UpB), que apoyó desde fuera ese ejecutivo en minoría de PSC-ICV, el «rigor y bajo endeudamiento». En las intervenciones se reprodujeron las posiciones, claramente ideológicas derecha-izquierda, que se manifiestan ante los próximos presupuestos del 2012.