DESAPARICIÓN DE LA VIEJA PRISIÓN DE BARCELONA

11.30 horas: la cárcel Modelo está vacía de presos

Los últimos reclusos salieron del centro penitenciario de la calle Entença en dirección a otra prisiones de Catalunya

J. G, ALBALAT / BARCELONA

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11.30 de la mañana del 8 de junio del 2017. Jueves. La cárcel Modelo de Barcelona está vacía de presos. Atrás quedan 113 años de historia. A esa hora dos furgones de los Mossos salían por el portalón del centro penitenciario de la calle Entença con los últimos reclusos que quedaban en ella: 14 internos que han pasado la noche en la prisión y que por la mañana han podido disfrutar de un desayuno especial. De estos presos, 11 han sido trasladados a la cárcel de Brians, en Sant Esteve de Sesrovires, y tres a la de Quatre Camins, en La Roca del Vallés, que serán, a partir de ahora, sus nuevas viviendas. Deberán aclimatarse a las nuevas instalaciones. Esta situación será transitoria, pues está previsto que la Generalitat construya la nueva cárcel de preventivos en la Zona Franca de Barcelona. 

Este jueves se han vivido en el centro muchos momentos que eran los últimos, aunque todavía queda desmantelar la cárcel. Lo harán internos del centro de reinserción. En las duchas habían restos que han dejado alguno de los presos: jabón, maquinillas de afeitar, toallas. En las celdas, donde años atrás han llegado a dormir hasta 10 presos, no había nada. Pasar las cancelas era fácil. Muchas de ellas estaban abiertas. Las medidas de seguridad se han relajado.

La salida de los furgones con los últimos presos ha sido seguida desde la acera de enfrente de la Modelo no sólo por los medios de información, sino también por grupos de vecinos que querían ver en directo como se vaciaba la prisión. Después, en un protocolario y formal acto (y ya en el patio de entrada del centro penitenciario), los Mossos y los responsables de los Servicios Penitenciarios de la Generalitat firmaron la finalización del servicio de vigilancia perimetral de la Modelo. Saludos y abrazos se sucedieron en un emotivo acto presidido por el ‘conseller’ de Justícia, Carles Mundó, y el director general de la policía catalana, Albert Batlle.

SILENCIO ROTO

A pesar de que está vacía, entrar en la Modelo continúa sobrecogiendo. La sensación de estar encerrado es intensa. Los funcionarios ya no controlan a los presos, sino que vigilan que todo salga bien. El bullicio de la vida carcelaria ha dejado paso al ajetreo propio de personas ajenas a una prisión, desde altos cargos de la Generalitat a medios de comunicación

“A las 11.30 horas y después de 113 años, la prisión Modelo ha quedado vacía”, así ha iniciado su rueda de prensa el ‘conseller’ Mundó que, al poco de tomar posesión de su cargo, confesó a EL PERIÓDICO que si un día podía anunciar el fin de la cárcel de la calle Entença iría en serio y lograría cerrarla. Y así ha sido. Otros ‘consellers’ de Justícia lo intentaron, pero no lo consiguieron.

El acuerdo logrado por la Generalitat con el actual equipo municipal de Barcelona, con su alcaldesa Ada Cola al frente, ha sido clave. Carles Mundó, precisamente, ha reconocido el trabajo realizado por “todos”. “Cerrar la Modelo es el resultado del esfuerzo de muchas personas”, ha insistido el ‘conseller’, tras recordar que ha sido “una decisión compleja”, pero que se ha tomado porque las ventajas superan a los inconvenientes, teniendo en cuenta que reformar el edificio tan antiguo hubiera supuesto una inversión de 25 millones de euros.

“Era un objetivo, ahora es una realidad. Ha pasado el tiempo de la promesa”, ha sostenido. “Dejamos atrás 113 años de historia y 40 de promesas. La Modelo ya no tiene ningún preso”, ha insistido Mundó. No se ha olvidado de los vecinos de la zona y de lo que ha representado tener el centro penitenciario cerca, un equipamiento que ahora, ha afirmado, es “devuelto a la ciudad y al país”.

EXPOSICIÓN HISTÓRICO

Sus 113 años de historia no quedarán en el olvido. En julio, cuando se desmantele las dependencias, se abrirá una exposición en el centro. La entrada será gratuita, aunque quien deba asistir tendrá que registrarse. La exposición prevé hacer una retrospectiva de las efemérides del siglo que ha tenido la prisión del Eixample como telón de fondo. La muestra se iniciará con la figura de Francesc Ferrer y Guardia, que después de la Semana Trágica fue apresado, juzgado y ejecutado en Montjuïc Una parte estará dedicada a la delincuencia común que marcó una época, como José Moreno Cuenca , ‘el Vaquilla’, protagonista de dos motines en la cárcel.