La consumición en zonas turísticas cuesta hasta tres veces más que la media de Barcelona

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PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Miles de barceloneses, tras una tarde de paseo o compras en el paseo de Gràcia o la rambla de Catalunya, habrán pasado de largo por sus bares y terrazas, muertos de sed pero temerosos del montante de la factura. La fama de caro planea sobre el centro de Barcelona, relegado casi al turista. ¿Está fundamentada? Una investigación realizada por EL PERIÓDICO en los ejes más turísticos (y en los pujantes) constata precios entre un 20% y un 200% más caros que la media (con puntas de más del 300% en la Rambla) para un café o una cerveza (7,45 euros por medio litro) a medida que uno se acerca al centro, o bien en ejes de moda. Pero aún hay esperanza, sobre todo si uno prescinde de las terrazas de las zonas calientes.

El estudio, sin ambición empírica y a golpe de consumición, pago y encuesta en unos 80 establecimientos seleccionados aleatoriamente (incluyendo bares tipo Marcelino y locales de diseño), revela también que el hábito suele hacer al monje: los precios más contenidos suelen darse sin duda en bares familiares, en los regentados por chinos, en panaderías convertidas a la degustación y en franquicias con precios fijos. Y suben peligrosamente en las calles más turísticas en cuanto uno se sienta en una terraza, lo que no impide que aún sucedan pequeños milagros como tomarse un café por entre 1,1 y 1,3 euros en alguna barra del paseo de Gràcia, la Rambla o el Born, incluso en una terraza de la Diagonal (Más Q Menos).

La comparativa parte de las cifras que a principios de verano dio el Ayuntamiento de Barcelona como precios medios de la ciudad, tras un sondeo realizado desde Barcelona Activa que establecía que el café costaba 1,1 euros, una cerveza 1,58 y un menú de mediodía, 9,88. El chequeo de este diario no ha entrado en la comparativa de menús, aunque cabe destacar que esta fórmula gastronómica sí sobrevive incluso en los ejes turísticos, rondando en muchos casos los 11 euros. A mediodía es una estrategia para ser competitivo, aunque en núcleos como la Rambla tienen letra pequeña al no incluir muchas veces el IVA y la bebida, donde llega el auténtico sablazo.

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Una ruta a fondo por el centro y un sondeo puntual en algunos barrios hace difícil las generalizaciones meramente por zonas. Por ejemplo, en los barrios de Congrés-Indians y la Sagrera el café ronda los 1,2 euros (a veces más, a veces menos), con pocas diferencias en sus terracitas. Por una mediana se paga entre 1,40 y 1,80 habitualmente, precios que se repiten en el Eixample izquierdo (excepto en los locales más 'cool' del Gayxample), también en Sants o en el Carmel, entre otros, donde el café mantiene el tope de 1,30. La cerveza, no obstante, ya alcanza los dos euros en una terraza de la rambla del Carmel, la plaza Eivissa o la rambla del Poblenou. Y se eleva sospechosamente si uno pisa los epicentros de Gràcia: en las plazas del Sol y de la Vila el expreso en un velador alcanza 1,65 euros (como en puntos de la rambla de Catalunya), y la cerveza hasta 2,65, o sea un 60% más que el precio medio local. 

CARGOS Y TASAS

Ciertamente, el café, un rito que a veces se ventila en un sorbo, ofrece menos variaciones de precio. Como con otras consumiciones, en terraza se grava con un 10% o 15% más, o bien con un plus fijo de 20 o 50 céntimos, que en la Rambla llega a elevar el expreso a tres euros. Mención especial para el bar Zúrich, donde su enorme terraza añade un euro a unos precios que en barra son casi de barrio.

Las terrazas son un pilar para los negocios, habida cuenta de que suelen elevar los precios por encima de las discretas tasas municipales. En plaza Catalunya por un módulo (mesa con sillas) el empresario paga poco más de un euro al día. Algo que ya se rentabiliza con el primer café que se vende. Se abona la mitad en un eje dinámico pero no céntrico como la rambla del Poblenou, y una tercera parte (0,304 euros) en una zona C, muchas calles de barrio. 

Terracear se convierte en disparatado en la Rambla, pero también vale su peso en oro en otros puntos. Las comparaciones son complejas porque algunos llaman caña a lo que sirven en copa, y otros a pequeños vasos de 0,2 litros. Pero en un velador de la rambla de Catalunya un tercio o mediana puede ir de 2,45 a 4,75 euros, mientras que en el concurrido paseo Joan de Borbó de la Barceloneta una mediana se puede tomar a la fresca por 3 euros, pero en la mayoría de establecimientos del paseo solo sirven tallas XXL, que elevan el medio litro a 5 o 6 euros y la jarra de litro a 9 o 10.

El fenómeno de las megacopas, nacido en la Rambla, salpica a más puntos. En una heladería del paseo de Gràcia anuncian "ofertas" de jarras de sangría a 15 euros y de vasos a 4, y en algunos restaurantes la sangría también se despacha enorme. Marina Village, eje de moda, se cobra también las vistas. Como sucede en el Born, donde una mediana en su paseo llega a costar más de 3 euros.