Los grandes reclamos de Barcelona

El 'top 10' cultural pierde visitantes

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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Las colas a veces engañan. Las aglomeraciones a las puertas de los grandes reclamos culturales turísticos de la ciudad, vistos los resultados incontestables de la calculadora, proyectan una imagen distorsionada de los apetitos del viajero que llega a Barcelona. En otras palabras, crece el turismo, pero no lo hace en proporción su consumo de cultura. El último informe sobre los lugares de interés para el viajero revelan que aunque Barcelona creció en el 2012 hasta los 7,44 millones de turistas, los 10 primeros atractivos locales perdieron en conjunto casi medio millón de visitas, pasando de 13.942.819 en el 2011 a 13.454.170 en el 2012. Dos lecturas rápidas: la crisis alienta el consumo turístico gratuito (como patear la ciudad y contemplarla sin traspasar sus mejores fachadas), y el periodo con más visitantes, el verano, tiene muchas opciones en dura competencia con la cultura.

Eltop 10no ofrece sorpresas respecto al del 2011. La Sagrada Família, propulsada al mundo tras la mediática bendición del Papa y el estreno de su nave central, sigue en lo más alto, pero pierde impulso. Se corona con 3,23 millones de visitas,solo31.000 más que el año anterior, tras el subidón de entonces, cuando había ganado 900.000. Esta estabilización, no obstante, la mantiene como líder solitario, dado que otros ocho tótems barceloneses de la lista pierden tirón, mientras solo se dispara la afluencia a CaixaForum, que gana más de 188.000 entradas.

DE PAGO / Pero no todos los ganadores tienen la misma graduación. Este último equipamiento, por ejemplo, era gratis hasta el pasado mayo, mientras que el segundo y tercer puesto del Aquàrium y el Museu del FC Barcelona implican la vehemencia del visitante que elige pasar por caja para verlos, por ser los más costosos de la lista, con 20 y 23 euros (el paquete Camp Nou Experience) respectivamente. En el Picasso (octavo), son capaces de hacer larguísimas colas, como informó este diario hace unos días. No obstante, sus cifras bajan por la propia política del museo de no saturar sus salas y garantizar la calidad de la visita.

En Turismo de Barcelona no se sorprenden de que el vigor turístico de la capital catalana no ejerza de catapulta a sus instalaciones más icónicas. Una de las claves es la crisis, que también se deja sentir en el gasto medio de algunas nacionalidades y sus listas de prioridades en sus viajes. Por otro lado, las estancias medias fueron el año pasado de 2,14 días, muchas veces de fin de semana, en el caso del turista vacacional, con poco tiempo para ver tanto. Y si encima se produce una gran concentración de viajeros no de negocios en los meses estivales, cuando la ciudad está en su apogeo de opciones de ocio (de la playa a las terrazas, pasando por las rebajas), no es de extrañar que su agenda pase por alto muchas joyas barcelonesas.

SIN TIEMPO / Fuentes de la Asociación de Guías Turísticos de Catalunya destacan que Gaudí siempre está en todas las quinielas pero, por ejemplo, muy pocos tienen tiempo o interés para visitar la cripta Güell. Y nadie pasa por alto la Sagrada Família, ni el santuario de los culés, ni siquiera el Poble Espanyol, en un honroso cuarto puesto que los guías argumentan: «Gusta mucho porque es cómodo de recorrer, sin coches, con contenido si tienen un guía profesional que le sabe dar el enfoque adecuado, con lugares para comer y comprar...» Y añaden que, al fin y al cabo, el viajero busca «facilidades».

Sin embargo, más allá de culpar al recién llegado por no sucumbir al muestrario cultural de la ciudad, cabe recordar que los sufridos visitantes se han convertido en el alimento de un sinfín de equipamientos. Suman ya el 85% de los usuarios de museos municipales.