Todo un colegio empujado por un niño de seis años con cáncer

Una escuela de Sant Celoni reúne a 70 personas en solidaridad con el pequeño Aleix

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C. M. D. / BARCELONA

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Suenan las grallas y baila el gigante. Los niños se ajustan las mochilas y los mayores les abrochan los cordones de las bambas. Hay una sonrisa nerviosa en el ambiente que delata dudas sobre si serán capaces de cubrir esos 10 kilómetros que tienen delante, con un exigente primer tramo de subida hasta el castillo de Montjuïc. Son cerca de 70 los alumnos, padres y profesores del colegio Cor de Maria, de Sant Celoni, los que se han acercado a la plaza de Espanya para iniciar su andadura en la Barcelona Magic Line. En su caso, la solidaridad con la obra social de Sant Joan de Déu tiene nombre propio, Aleix, un niño de seis años, alumno del centro, que lleva ocho meses combatiendo al cáncer.

Explica Eduard Estival que conocieron tarde esta iniciativa y que han hecho lo que han podido en cuanto a la recaudación. Han conseguido 250 euros, pero parece que lo más importante aquí es, en la medida de lo posible, que los pequeños visualicen la necesidad de echar una mano, aunque sea con algo tan simple y mundano como andar, a las personas que no tienen tanta suerte como ellos.

Montserrat es la tía de Aleix y comparte la felicidad de su sobrino. «Evoluciona bien, somos optimistas», explica. Los alumnos no son conscientes de lo que significa sufrir un cáncer, pero sí saben lo que es estar enfermo, y es algo que, aunque uno pueda ver la tele todo el día, prefieren evitar. «Los hijos, por ejemplo, lo hacen por su primo, sin entrar mucho en detalles sobre si está mejor o peor», dice Montserrat, que admite que tiene sus dudas sobre si todos serán capaces de cruzar la meta de esos 10.000 metros.

El empujón

En cualquier caso, disponen de «cochecitos, espaldas y hombros», y aunque les cueste más de lo previsto, el recuerdo de su amigo, primo o sobrino Aleix seguro que les dará ese empujón. Se hacen las fotos de rigor, pegan un par de gritos y empiezan a andar cuando el speaker, el actor Raúl Llopart, sembradísimo, les da la salida. Las grallas marcan el paso. ¿Aguantarán los 10 kilómetros?