Teatro como arma social

Cerca de 40 adolescentes de Polonia, Italia, Alemania y Catalunya saldrán hoy a la calle para presentar Buscando una salida, un espectáculo de teatro, danza, música y percusión con el que exorcizarán sus miedos y sus conflictos. El montaje es el resultado final de un seminario de creación organizado por la asociación Artixoc y promovido por el programa Erasmus+ de la Unión Europea.

Artixoc es una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1998. Su finalidad es favorecer la integración social de jóvenes en situación de vulnerabilidad. Sus herramientas son el teatro y las artes plásticas, la danza, la música y el circo. Sus proyectos van de los talleres a las sesiones de grafito y hip-hop, las actividades extraescolares en institutos y un festival juvenil de cultura urbana (Artescape) que el pasado abril alcanzó su 11ª edición. También los intercambios culturales, que realizan en colaboración con entidades de otros países y con el apoyo de la UE.

Sus intercambios son algo más que viajes culturales. «Para los chavales que participan son una oportunidad única de poder conocer a jóvenes de otros países, romper estereotipos y crecer como personas a través de la convivencia y el esfuerzo de crear algo», explica Àgia Luna, coordinadora de Artixoc.

CREACIÓN / La experiencia ha sido intensa. Nueve días juntos, 37 jóvenes de 15 a 18 años (25 chicas y 12 chicos) y siete monitores. Las noches en colchones hinchables en las aulas del Instituto Joan Coromines de Sants, que apoya activamente el proyecto. Las comidas que han preparado ellos mismos. Las visitas culturales, la salida a la playa y, sobre todo, el trabajo en equipo para construir un montaje que han diseñado a partir de una idea: la superación de los problemas a lo largo de la vida. «Ellos escogieron el tema y plantearon sus propios conflictos: los enfrentamientos con la familia, las adicciones a las redes sociales, el desarraigo, las drogas, el bulling, la falta de autoestima…», explica Luna.

Siete profesionales de las artes escénicas de los cuatro países participantes han ayudado a los jóvenes en su proceso de creación, que ha contado con la colaboración especial del grupo Brincadeira, «sus maestros de batucada», ríe Àgia Luna.

Ayer había nervios. Más entre los organizadores que entre los chavales, adolescentes al fin. «¿Es que los chicos de hoy en día no tienen sangre en las venas?», se desesperaba con humor Santi Rusiñol, el responsable de coordinar todo el proceso.

El resultado es el espectáculo multilingüe (inglés, alemán, polaco, italiano, catalán y castellano) que se podrá ver hoy en sesión doble. Por la mañana, en el parque de la Ciutadella. Por la tarde, en las fiestas de Sants, donde se inscriben casi todos los proyectos de Artixoc.