La T-10 se dispara el 5,1% frente a una inflación del 0,3 en noviembre

La subida de los billetes integrados del transporte público metropolitano para el 2014 aprobada ayer bien puede calificarse de segundo tarifazo en solo dos años, tras el fuerte tirón del 2011. Los porcentajes de los títulos más usados no son a priori tan altos como entonces, cuando llegaron a dos dígitos, pero la clave está ahora en una inflación casi inexistente, cuyo valor interanual fue del 0,3% en noviembre. En esta situación la T-10, que supone el 63% del conjunto de viajes, valdrá para una zona 10,3 euros, el 5,1% más y 17 veces el IPC mencionado. El segundo título más vendido, la T-50/30, escala, también en el caso de una zona, hasta los 42,5 euros, el 8,4% superior al 2013 y 28 veces el último dato de inflación acreditado.

La Autoridad Metropolitana del Transporte (ATM) decidió, en cambio, mantener sin variaciones el coste de tres abonos habituales en quienes realizan un uso más intensivo del sistema por su carácter ilimitado: la T-Mes, la T-Trimestre y la T-Jove. Una excepción llama, sin embargo, la atención en esta «congelación» de los grandes abonos, que según la versión oficial facilitada anoche por la ATM es el aspecto más relevante de la revisión tarifaria. Se trata de la T-70/30, un título también de uso intensivo y que se encarece el 8,15%, pasando de 54,9 a 59,5 euros para recorridos de una zona.

La misma medida de no tocar las cifras del 2013 se adoptó respecto a las ayudas a los precios sociales para las personas sin empleo, las familias numerosas y monoparentales o los niños, entre otros. Esta «congelación» de tarifas para los viajeros más asiduos de metro y bus de TMB, FGC, Rodalies, tranvía y autobuses metropolitanos se enmarca para la ATM en «la política de fomento de la utilización del transporte público con el objetivo de favorecer y potenciar el uso recurrente del servicio».

BILLETE SENCILLO / El billete sencillo registra tras la tregua sin aumento del año pasado, uno de los mayores incrementos, igual como había ocurrido ya en varias ocasiones antes del 2012 también con el objetivo de desincentivar su uso. En el nuevo año, el viajero ocasional pagará 2,15 euros, el 7,5% más que en las tarifas vigentes hasta el día 31.

La ATM destaca que en este caso el coste que se abonará será el «real de un viaje sin ningún tipo de bonificación». La referencia debe ser la macrocifra de 1.273 millones que valdrá poner en funcionamiento toda la red durante el 2013. Esta cantidad se cubrirá en el año que acaba en un 43,3% con subvenciones de las administraciones consorciadas (Generalitat, Estado, Ayuntamiento de Barcelona y Área Metropolitana), un 45,7% con la recaudación por la venta de los billetes («bonificados») y en un 11% mediante endeudamiento financiero.

Con el aumento de ayer, la T-10 ha subido el 29,5% desde el 2010 cuando valía 7,95 euros, 2,35 menos que en el 2014. Cada viaje con esta tarjeta costará a partir de ahora 1,03 euros, cinco céntimos más que con los títulos cuya validez acaba el 28 de febrero.

Un año más, el incremento medio del conjunto de todos los tipos de billetes y modos de transporte, llamado también ponderado, queda lejos de lo que percibirán los bolsillos de la gran mayoría de usuarios. Con este cálculo la ATM dice que las tarifas suben en el 2014 una media del 3,5%.

VOTOS DE CIU / Este segundo tarifazo lo decidió ayer por la tarde el consejo de administración de la ATM que preside la Generalitat. La subida se aprobó solo con los votos de CiU. Los miembros del PSC no apoyaron los nuevos precios porque afirmaron que debían ser más «ajustados», si bien valoraron la congelación de los tres títulos de viajes ilimitados.

La aportación del Govern a la financiación del sistema será este año de 281 millones, una cifra superior a los 255 del 2012, según los datos aportados ayer por la Conselleria de Territori, pero muy similar a la del 2009, 2010 y 2011 (280, 286 y 280 millones). La aportación del Estado ha caído desde los 147 millones del 2009 y los 184 del 2011 a 101 en el ejercicio pasado y 95 en el presente.