RADIOGRAFÍA DEL BAIX LLOBREGAT

El sur (de Barcelona) también existe

EVA MELÚS

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MANEL ESTELLER. Director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge.

"De Sant Boi al cielo"

Uno nace donde las circunstancias lo determinan. Por eso estar orgulloso de haber nacido en un lugar u otro siempre ha tenido para mí una importancia relativa. En cambio, encuentro más relevante de dónde te sientes, con independencia de donde hayas nacido. En Catalunya somos plenamente conscientes, y es magnífico ver cómo personas venidas en diferentes oleadas migratorias se sienten más catalanas que muchos de los nacidos aquí. 

Lo mismo puede ser aplicado a un ámbito local. Y en este sentido mi pueblo, Sant Boi de Llobregat, y mi comarca, el Baix Llobregat, son ejemplos. El hecho de haber crecido y vivido en este territorio hasta que me marché a Estados Unidos a los 28 años ha sido decisivo en mi forma de ser y en mi vida profesional. Mi pueblo me enseñó a mezclar la forma de vivir de los 'samboyanos viejos' con la de los vecinos, compañeros y amigos que venían de Extremadura, Andalucía o Valencia, por citar tres territorios que llenaron aquel Sant Boi de los años 70 y 80.

También me mostró la ilusión de mucha gente, que en circunstancias muy difíciles querían conseguir un futuro mejor para ellos, sus hijos y sus nietos. Me transmitió la enseñanza de que es posible avanzar gracias al trabajo bien hecho y no olvidar nunca que, a veces, para mirar al cielo hay que tener los pies bien firmes en el suelo.

ESTOPA. David y José Manuel Muñoz han vendido más de cuatro millones de copias. Cerrarán su última gira el 15 de octubre en el Sant Jordi.

"Cornellà no tiene el glamur de Miami pero mola más"

Para nosotros, el Baix Llobregat es lo más cercano a los conceptos de 'cuna', 'casa', 'patria'... Es especial porque aquí todo el mundo ha tenido que hacerse a sí mismo desde abajo, con mucho esfuerzo. Ha tenido que luchar contra todo tipo de adversidades basándose únicamente en el esfuerzo y la unión de su gente. A los del Baix nunca nadie nos ha regalado nada. 

Nuestra infancia en Cornellà transcurrió en la calle, donde aprendimos a jugar sin parar hasta que se hiciera de noche. Buscábamos madera para preparar la hoguera de Sant Joan, corríamos en bici (un chico malote y su pandilla). Aprendimos lo bueno, vivimos también lo malo, pero siempre se lucía la sonrisa del que cree que está viviendo en el mejor lugar del mundo.

Nos marcó el río...  El río y las vías del tren, donde frecuentábamos impensables e infinitos peligros. ¡Qué inconsciencia! Pero eso marca a cualquiera.

Afortunadamente, el destino ha querido que sigamos viviendo en el Baix.  No tiene el glamur de Miami pero mola más.

DONES SÀVIES DE SANT COSME. Son 21 mujeres, entre 57 y 84 años, del Prat que se prodigan en manifestaciones y actos culturales.

"No hay edad para la lucha"

El Consell de Dones Sàvies de Sant Cosme nació en el 2009. Ya había otros proyectos en Begues -las pioneras- o en Corbera, pero haberse curtido en las movilizaciones para conseguir viviendas dignas y luchar contra la degradación del barrio imprime carácter. A la cita acuden 10, cada una con su historia, que en parte es la de la comarca. "Esto era el cinturón rojo. Durante los 60 y 70, aquí hubo que pelear por muchas cosas. Venían los grises dando palos...", explica Conchi Castells. "¡Uy los grises! Con 14 años nos tiraron por la tapia de la Pirelli en Cornellà", asiente Mercedes Gálvez.

Muchas de las sabias coinciden en que el grupo les ha servido para volver a participar en la vida pública del barrio. "Antes no salíamos de casa y ahora no entramos. La asociación ha sido el resurgir de casi todas", asegura Conchita Chinchilla, una de las que no se pierde las concentraciones de los miércoles contra los recortes en sanidad. 

Para la mayoría, la vida ha cambiado en los últimos años. Siguen añorando a un marido que se fue, atendiendo nietos o ayudando a un hijo que ha tenido que volver a casa, pero entre medio han viajado a París y Lisboa. En la ciudad bombardeada de Belchite recogieron piedras y las enviaron a los poderosos del mundo para pedirles reflexión. "La carta de respuesta más bonita fue la del Gobierno de Corea, donde nos explicaban que nos entendían porque ellos también habían pasado por una guerra como la nuestra y en su cultura la gente mayor es imporante", explica Antonia Herrera. "Para mí lo más emocionante ha sido cuando nos dieron el Premio Mayor Zaragoza por nuestro trabajo", apunta María Godoy.

JAUME GRAU. Biólogo y activista ecosocial. Fue portavoz de la plataforma 'Aturem Eurovegas', complejo planificado en los terrenos del Parc Agrari.

"La despensa de Barcelona"

Para algunos, los ecologistas somos los típicos 'hippies' que defienden bosques y pajaritos. Lo hacemos, entre otras cosas, porque somos conscientes de que necesitamos al resto de especies para seguir sobreviviendo como especie humana. Todos estamos conectados.

Cuando hablamos del Delta del Llobregat lo hacemos de la segunda reserva biológica más importante del país, por detrás del Delta de l’Ebre. Su peso es mayor al de otras zonas con más renombre como los Aiguamolls de l’Empordà. Definitivamente, la relevancia agrícola y natural del Delta del Llobregat no se conoce. Muchos ignoran, por ejemplo, que hay orquídeas. Más pequeñas que las de las floristerías, pero igual de bonitas. 

El Delta del Llobregat es también una de las zonas más fértiles del país y casi el 50% está edificado. Con cada retroceso de terreno agrícola perdemos también soberanía alimentaria. Esta despensa puede cubrir el 40 o 50% de las necesidades de Barcelona, que de otra manera tendría que importar. 

La amenaza del proyecto urbanístico de Eurovegas fue la culminación de un menosprecio al territorio. Hubo una bajada de pantalones por parte del Govern a la que la movilización popular dio la vuelta, pero todos hemos de ser conscientes de que es un error vender el país al juego especulativo y apostar por modelos que al final no reportan ningún beneficio social.

DOLO BELTRÁN. En el 2000 se convirtió en vocalista de Pastora. Ha hecho televisión ('Infidels'), cine ('Inconscients'), teatro ('El test') y hasta ha dibujado cómic.

"La intimidad del sur"

Creo que fuimos de los primeros que llegamos al barrio de Molí Nou de Sant Boi. Para quien es de allí, ¡La Cope! Y toda mi familia sigue allí. Cuando era pequeña desde la ventana veía un solar, donde años después pusieron el mercado y un centro cívico. Los vacíos se fueron llenando y se ha ido convirtiendo en un barrio de colores, con parques y árboles. Ahora que vivo en el Maresme, mis palabras para definir el Baix son 'familia', 'raíces', 'casa'...

Ser del Baix y de la Cope marcan. De entrada, yo no hablé catalán de niña. Mi madre era catalana, pero mi padre era extremeño. En casa se hablaba castellano y en el cole tampoco hablaba catalán con nadie. Ahora hay mucha inmigración latina, pero entonces el barrio era una isla del sur en medio de Catalunya y los veranos, que solía pasar en el pueblo de mi padre, en Azuaga, veía a la misma gente. Porque mucha gente de Azuaga emigró a Sant Boi.

Me he criado en Catalunya, pero siento que crecí con esa intimidad que tiene el sur, donde todo el mundo está conectadísimo. Salías a la calle y te ibas encontrando con la gente. Hubo un momento en que me separé de la Cope, del Baix. Yo no aspiraba al pisito, al contrato fijo en la SEAT y a comprarme el Audi, como mucha gente de mi entorno. ¡Yo quería ser artista! Y me marché... A los 20 años me fui a vivir a un piso de estudiantes en el barrio de Sagrada Familia. Por allí salía y no me encontraba a nadie. Y de ahí nació la canción de "Lola... la que siempre va sola por Barcelona buscando follón...". ¡Fue un primer año muy raro!

ISABEL FERNÁNDEZ. Directora, productora y guionista del documental 'El pati del darrere', sobre el Baix.

ISABEL FERNÁNDEZ.

"Un huerto entre autopistas" 

No soy del Baix Llobregat, pero después de 'El pati del darrere' ya es como si lo fuera. Tropecé con el proyecto casi por casualidad. Buscaba un tema que tuviera que ver con las ciudades en transición, sobre el crecimiento de estas y las tensiones entre el entorno urbano y rural. Para mí fue un descubrimiento que el Baix Llobregat tenía un parque agrario inmenso. Para mí, como para mucha gente de Barcelona y bastantes de los que viven en la comarca, esta era una zona de paso y de servicios tremendamente artificializada. Ignoraba que se trata de uno de los suelos más fértiles del mundo y, sin embargo, la hemos ido llenando de autopistas y de infraestructuras. Y resultó que este nuevo enfoque de la comarca también resultó novedoso para TV-3.

El Baix Llobregat es, realmente, el patio de atrás, un lugar donde se han ido colocando todas las infraestructuras que Barcelona necesita como gran ciudad sin poner demasiada atención en el cómo se hacen las cosas. Pero debajo de las autopistas hay muchas cosas que no miramos. 

Barcelona ha crecido tanto que el Baix Llobregat es parte de ella. Eso la convierte, junto a Milán y Valencia, en una de las tres ciudades europeas que abraza un espacio agrícola en su interior. Si no somos estúpidos, el Baix Llobregat debería convertirse en parte de la marca Barcelona, en un referente de experimentación internacional sobre cómo hacer compatible el crecimiento urbano con la actividad agrícola y el papel de pulmón verde.

ÒSCAR RANDO. Director de Gats (Grups Associats de Treball Sociocultural), cuyo proyecto estrella es el festival Esperanzah.

"La revolución de lo auténtico"

Llegué a El Prat desde El Carmel de Barcelona a los 7 años, así que creo que me puedo considerar del Baix. En el 2000 fundamos Gats. Nuestra sede está en el barrio de Sant Cosme y eso marca a Gats seguro. Quizás sea por haber sido un lugar de huertas. El trabajo del campo exige tozudez. Por eso, hay cosas por las que nadie da un euro que solo pueden pasar en Sant Cosme, en El Prat y en El Baix Llobregat. El festival Esperanzah, que es nuestro proyecto más conocido porque cuenta con gente como Manu Chao o Amparo Sánchez, tiene mucho de ese carácter 'baixllobregatí'. 

En el Baix ha faltado orgullo, cosa normal cuando convives con una ciudad como Barcelona que tiene la capacidad de fagocitarlo todo. Pero ocurre que la realidad de Barcelona hace tiempo que la está construyendo gente de fuera. Se mira en Londres, Ámsterdam o en el resto de grandes ciudades, que cada vez tienen un discurso más lineal y más globalizado. 

La autenticidad ya no la encontramos en Barcelona sino en el festival Esperanzah o en la cerámica artesana de Collbató. Creo que el Baix se está reivindicando y es más consciente de su identidad. Y mira por dónde están pasando cosas muy interesantes. Desde Gats, intentamos hacer una revolución que no acabe en diarrea. Me explico: últimamente están pasando muchas cosas que a menudo son más intestinales que racionales. La gente no se merece nuevas decepciones. Tenemos en marcha proyectos para que la gente sea más feliz.

MERCÉ OLIVÉ. De Santa Coloma de Cervelló, fue una de las pocas mujeres que participó en la incipiente Unió de Pagesos en la clandestinidad.

"La lucha por la tierra"

Mi palabra es amistad. Sin ella, habría sido imposible poner de acuerdo a todos los agricultores que formamos Unió de Pagesos y dar solución a muchos de nuestros problemas. Recuerdo una gran tractorada con la que conseguimos las 14 pagas, la asistencia sanitaria y una serie de avances muy importantes. 

La presión a los agricultores en los alrededores de Barcelona siempre ha sido muy fuerte. La angustia por ser expropiado o expulsado de la tierra que tenías arrendada ha sido constante. Mi marido Joan y yo nos implicamos de lleno en la fundación de Unió de Pagesos, desde la clandestinidad, cuando en diciembre de 1974 la empresa propietaria de los terrenos que cultivábamos en la Colònia Güell amenazó con rescindir el contrato. La medida afectaba a unas 120 familias. Al final de la negociación quedamos 27. Apoyándonos los unos a los otros conseguimos que nos vendieran las tierras. Cuando salí de la firma de documentos alguien me preguntó qué sentía al convertirme en propietaria. Contesté que solo tranquilidad para poder trabajar la tierra y la posibilidad de contar con una pensión digna. 

Siempre recordaré el momento en que Joan me dijo que deberíamos vender las tierras, porque él ya era demasiado mayor. Me resistí, pero le entendí. No había relevo. De hecho, Joan le quitó la idea al único de mis hijos que quería dedicarse al campo. Tuvimos que luchar mucho para conservar la tierra, perdiendo algunas veces. ¿Cómo inculcar a mi hijo que fuera payés si nos estábamos quedando sin tierra?

ÓSCAR MANRESA. Propietario del grupo Food & Musica. En Gavà, donde vive, están sus restaurantes Kauai y Los Soprano y una huerta de 10.000 metros cuadrados para su cocina. 

CONXITA SÁNCHEZ.

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