La fórmula 1 de los vasos

Cristina maneja vasos con una soltura que ya hubiera querido Tom Cruise en su época de ‘Cocktail’. Pero los de ella no llevan ni siquiera un triste gintónic sin cardamomo. “Tienen agujero”, se ríe. Todos están agujereados en la base en plan aerodinámico: así se pueden mover más rápido, explica. Clac, clac, clac, clac. Monta y desmonta tres pirámides de tres vasos cada una en menos de lo que tardas en decir “¿qué haces?”: ¡2,2 segundos! “¿Dónde está la pelotita?”, te entran ganas de soltar tras el vaivén mareante. “¡No digas que somos trileros, por favor!”, suplica ella. No lo son, no. Moviendo vasos sin ni siquiera pisar las Ramblas se puede conseguir hasta oro.

Cristina Valdés -28 años- enseña una cajita de cartón con 39 medallas. Hay una de oro del último mundial, el año pasado en Alemania. Ha sido campeona del mundo, sí, y aún mantiene imbatibles dos récords de España. Y eso que no tiene a nadie con quien entrenar en Barcelona. Es la única catalana que va a campeonatos de ‘stacking’.

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“En EEUU se considera un deporte”, saca pecho Cristina. “Es igual que el fútbol o el básket: tienen su entrenador y van a campeonatos”. El nombre es literal: ‘stacking’, en inglés, significa ‘apilar’. Consiste en montar y desmontar pirámides con vasos a la velocidad de Speedy Gonzales. Hasta se organizan cruceros de ‘stacking’. Hay 622.809 ‘stackers’ -así se llama a estos atletas con vasos- “verificados”, apunta la WSSA, la asociación mundial. Es un número con récord Guinness: son los jugadores que el 17 de noviembre apilaron vasos en 30 países; 2.505 de España. Aunque solo en Andalucía ya habrán aprendido a jugar en los últimos cinco años unas 8.000 personas, calcula desde Málaga Esther Jerez, vicepresidenta de la asociación española. Organizan 2-4 torneos al año. El 27 de mayo celebran el IV Campeonato Abierto de España en Arcos de la Frontera. ¿Ventajas? Un estudio -asegura Esther- ha descubierto que el ‘stacking’ activa más áreas del cerebro que el ajedrez. Hasta sube la autoestima, apunta.

"MEJORAS MUY RÁPIDO"

Cristina descubrió el ‘stacking’ ‘youtubeando’. Se compró un set de vasos de plástico (desde 13 euros en internet). Y enseguida se presentó a un campeonato de España. Ganó en su categoría (va por edades). Eso fue hace cuatro años. Hace 39 medallas. “Mejoras muy rápido”, dice. Eso es lo que engancha, asegura. “En un mes puedes tener tiempos normales”.

El reglamento recoge tres jugadas. La más fácil: el 3-3-3. Haces tres pilas de tres vasos cada una en forma de triángulo y las desmontas en el mismo orden. No parece difícil, no, pero al intentarlo das impresión de camarero en prácticas. Tardas 6,5 segundos; Cristina, 2,2. Hay un punto de adicción, sí. Juegas una vez, te picas, repites, tardas menos, sacas pecho, ¿puedo otra vez?

Cristina enseña con paciencia de profesora. Lo es: de Educación Infantil. “A algún colegio lo he llevado, pero los profesores aún son un poco reticentes”.

Segunda jugada: el 3-6-3. También se montan y desmontan tres pilas, pero la del centro es de 6 vasos. La jugada más vistosa es el ciclo: tres secuencias seguidas hipnotizantes. Primera: 3-6-3 (la jugada anterior). Segunda: 6-6 (dos pirámides de seis). Tercera: 1-10-1: se deja un vaso a cada lado y se hace y deshace una pirámide de 10. Cristina tiene el récord de España: 8,125 segundos, aunque ha llegado a tardar 7,6. El récord del mundo es de 4,813.

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La 'stacker' catalana no presume de récords. “Entiendo que haya gente que diga: ‘Qué friki’. Sí, soy un poco friki, pero me gusta”, sonríe. ¿El secreto para ser un buen ‘stacker? “Practicar –responde-. Cualquier persona podría hacerlo. Lo practican desde niños de 3 años hasta señores de 90, personas con necesidades educativas especiales...”. 

Solo se necesitan 12 vasos para ir a un campeonato. Aunque allí se juega con tapete y cronómetro (hay que activarlo y pararlo colocando las manos en los laterales). ¿Cómo es una competición? “Mucho ruido –responde Cristina-. [Hace un ciclo a velocidad de torneo y los vasos rugen]. Esto, multiplicado por 100 niños… A mí me gusta. Es como la fórmula 1”. ¿Y dónde quiere llegar? “Lo tengo como un ‘hobby’. Pero en un futuro me gustaría llevarlo a los colegios y crear actividades en Matemáticas, Lengua...”. Desde luego sería una forma de tener las asignaturas por la mano.