La sombra de la ciudad

Las galerías de la cárcel, en 1941.

Las galerías de la cárcel, en 1941.

JORDI MERCADER

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Barcelona perderá la sombra de su memoria si borra del mapa la cárcel Modelo o reduce los muros de las seis galerías a un memorial de diseño, rodeado de jardines y equipamientos. De las muchas Barcelonas habidas, todas tuvieron su réplica en miniatura en las prisiones. Desde 1904, el negativo de la foto oficial de cada momento histórico se ha reproducido puntualmente en este centro penitenciario, diseñado según la teoría panóptica de finales del XIX, para que los excluidos por el orden dominante pudieran ser vigilados por el ojo que todo lo ve, comer buen pan y aprender a leer y escribir. Detrás de sus rejas solo deberían haber vivido delincuentes, pero en un siglo largo de existencia, han pasado por allí marginados, caídos en desgracia, futuros mártires y presidentes de la Generalitat, héroes, luchadores por la libertad, inocentes de toda culpa y culpables de los crímenes más atroces.

En la Modelo han soñado la victoria muchos políticos. Si esto fuera Estados Unidos, los futuros visitantes podrían fotografiarse en la celda 497, en la que permaneció Lluís Companys en 1930, tal como hacen los turistas en Alcatraz al visitar la número 433, ocupada por Al Capone. También podrían visitarse las celdas de los dirigentes de la lucha antifranquista que después ocuparon buena parte de los escaños del Parlament de Catalunya de 1980. Allí estuvieron los 300 detenidos de la Asamblea Democrática de Estudiantes, los 113 de la Assemblea de Catalunya y antes los dirigentes del PSUC de la posguerra y los últimos anarquistas de la resistencia. Aunque entre estos últimos, muchos salieron rumbo al Camp de la Bota para ser fusilados por el franquismo.

En la esquina de Rosselló

No siempre los condenados a muerte abandonaban la cárcel para ser ejecutados, como en el caso del etarra Txiqui en 1975, trasladado al cementerio de Collserola donde fue fusilado. Un año antes, Puig Antich, miembro del Movimiento Ibérico de Liberación, murió por garrote vil en el interior de la Modelo. Cuarenta ejecuciones se perpetraron en esta cárcel, casi todas en la esquina de las calles de Rosselló y Llançà, según puede leerse en La Modelo de Barcelona. Històries de la Presó, de Rosario Fontova. El primer ejecutado de la modélica prisión fue también un anarquista, Juan Rull, a los cuatro años de la apertura del centro.

En la cárcel han convivido anarquistas y pistoleros de la patronal; fascistas, militantes de la FAI y sacerdotes; a veces, unos salían para que entraran los otros, como resultado de las relaciones imposibles en la ciudad libre. También los periodistas han sido huéspedes de la Modelo. Josep Pons, en 1909, fue el primero por supuestas injurias a los militares y le siguieron entre otros el director de El Correo Catalán en 1936, el sacerdote Pedro Lisbona, y en 1975, Huertas Claveria, por un reportaje sobre las viudas de militares dueñas de meublés que no gustó al Ejército.

La Transición supuso un cambio radical en la Modelo. Llegaron tiempos de motines, incendios, automutilaciones y suicidios reclamando gracia real para todos. Desde dentro, dirigidos por la Copel (Coordinadora de Presos en Lucha); desde la calle, con el apoyo del senador Lluís Maria Xirinachs, quien tomó asiento en la puerta de la prisión en solidaridad con los presos comunes, después de permanecer inútilmente de pie en el Senado, y no se levantó hasta que empezaron a salir amnistiados los primeros presos, un año y medio más tarde.

Fugas y drogas de todo tipo

Salir de la cárcel es el primer deseo de cualquier recluso, casi se diría su primera obligación. El hecho de haberse convertido en una cárcel urbana desde el poco tiempo de su construcción, al estilo de la Santé parisina, fue un inconveniente para los guardias y una oportunidad para los presos. Centenares de recluidos consiguieron fugarse, de todas maneras. Las más exitosas, por las alcantarillas en 1933 y 1978.

No todos lograron huir, ni todos los prisioneros recobraron la libertad. En la época de los quinqui stars, con El Vaquilla como figura, muchos internos murieron victimas de las drogas que se introducían lanzándolas desde la calle. Precisamente desde la calle, le hablaba a Raymond Vacarizzi su esposa, cuando este mafioso francés fue abatido en la ventana de su celda por un disparo efectuado desde una terraza. Eran los años 80, cuando la Modelo estaba hasta la bandera, con 2.470 presos, y el primer ministro de Justicia del PSOE, Fernando Ledesma, se atrevió a visitarla y a encerrarse a solas con un pequeño grupo de cabecillas para prometerles medidas humanitarias.

Moisés Broggi, que ejerció de médico en el centro en 1937, cuenta en sus memorias que cuando lo visitó en 2009, lo encontró como siempre. Una cárcel es una cárcel sea cual sea el método penitenciario aplicado en su construcción o en su reglamento disciplinario y por lo visto, los gobiernos son muy parecidos, da igual que sean de final del XIX que de inicio del XXI. La Modelo tardó 16 años en construirse desde el momento de la decisión y cuando su desmantelamiento sea total, en el 2017, se habrán cumplido 16 años de la firma del convenio para el traslado.