El solar, mal vecino

Barcelona prepara un censo de terrenos vacíos y desde el 2014 ha abierto 705 expedientes a propietarios

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL

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En la Barcelona en blanco y negro, tener un solar al lado de casa era sinónimo de campo de fútbol improvisado, de aparcamiento para los vecinos. Esos tiempos de un uso alegal, en el que el suelo no era un bien de lujo, en el que la propiedad privada no se guardaba con tanto celo, son historia. La ciudad cuenta con un número indeterminado de terrenos vacíos. En medio de Sants, pero también en un lugar apartado de Sant Andreu. En el albor de la Via Augusta, y también en las antiguas factorías del Poblenou. No existe un control exhaustivo pese a que se trata de metros cuadrados que pueden resultar dañinos para el barrio, como demuestran las denuncias de los barceloneses.

Ada Colau prometía en su programa electoral «llevar a cabo una política activa para localizar pisos y solares vacíos». También expresaba el deseo de «sancionar el desuso cuando se trate de grandes propietarios, fondos buitres o bancos». Un portavoz municipal confirma que se está trabajando en un censo (hace algunos años corría un estudio por el ayuntamiento que no se hizo público), y que también se ejecutará el derecho de tanteo y retracto en el caso de solares privados con el objetivo de destinarlos a vivienda social. Mientras, se sigue apostando por el pla buits, gracias al cual, desde el 2012, se ha dado uso a más de 20 emplazamientos repartidos por toda la urbe.

La ley de urbanismo obliga a mantener el terreno en condiciones: desratización, limpieza y cierre. Desde enero del 2014, el ayuntamiento ha iniciado 705 expedientes. Si el dueño no atiende la orden de enmendar la situación, es el consistorio quien se encarga, pero luego le pasa la factura, grapada con la multa.