La Síndica de Barcelona pide más guardia urbana y controlar los alquileres

El informe anual del organismo defiende la participación ciudadana en el proceso sobre los pisos turísticos

Maria Assumpció Vilà, el pasado septiembre, cuando tomó posesión como Síndica de Barcelona.

Maria Assumpció Vilà, el pasado septiembre, cuando tomó posesión como Síndica de Barcelona. / periodico

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El informe anual de la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, reclama con especial enfasis más medidas para abordar los problemas de vivienda que sufre Barcelona, incluido el control sobre los precios de los alquileres.

Acerca de las referidas al aumento del precio del alquiler en la ciudad, avivado por la presión del alojamiento turístico, ha lamentado que se provoque la "expulsión" de vecinos y familias. Por ello, Vilà ha pedido al Gobierno central y a la Generalitat medidas para controlar los precios del alquiler, ya que excede el ámbito competencial del ayuntamiento.

La menor oferta residencial se vincula al auge de los pisos turísticos ilegales. La síndica ha defendido que persiga la oferta ilegal porque no contribuye y no se puede controlar, pero ha considerado correcto que el ayuntamiento pida la colaboración ciudadana. "Quien quiera que lo haga y quien no, que no lo haga", ha explicado, en alusión a las 108 quejas recibidas por la campaña municipal que pidió a los barceloneses que detectasen posibles pisos ilegales.

Estas quejas en particular representan casi la totalidad de las 123 vinculadas al turismo. En total, en el 2016 la síndica sumó 3.344 actuaciones, de las cuales 1.735 fueron consultas y 1.609 quejas. La mayoría están vinculadas a los servicios sociales y la movilidad.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"ACCESIBILIDAD Y DECIBELIOS","text":"Recibi\u00f3 48 reclamaciones sobre el espacio p\u00fablico, muchas vinculadas a terrazas y a molestias en las calles y plazas. Ha pedido una \"reflexi\u00f3n importante de los requisitos de actividades l\u00fadicas y sobre los decibelios que provocan los conciertos, para que se hagan en lugares donde no resida tanta ciudadan\u00eda, para evitar molestias\". Tambi\u00e9n hay quejas sobre la normativa de terrazas y de clubes cann\u00e1bicos."}}

También ha puesto el acento también en defender que se amplíe la presencia de la Guardia Urbana tras dos años de congelación de plantilla. Según detalla, hay un incremento de quejas por la falta de respuesta y presencia de la Urbana al ser requerida, especialmente en casos de ruidos, pero también con discusiones, como un caso de violencia machista en Nou Barris, en que ni se personaron. El organismo de control municipal afirma que esa falta de efectivos está provocando "una situación de desatención de la ciudadanía" y reclama la colaboración con los Mossos d'Esquadra.

PROBLEMAS SOCIALES

En cuanto a servicios sociales, la Síndica ha atendido casos vinculados a la atención a ancianos, a la ley de dependencia y demandas de servicios sociales básicos, entre otros. En la atención a personas vulnerables, ha dicho, "no debería haber presupuesto, sino que debería ser abierto".

Vilà ha abogado por modificar la ordenanza cívica para que no criminalice a los colectivos más vulnerables -como niños que juegan en la calle, personas 'sin hogar' o prostitutas--, y ha planteado sustituirla por un código de buenas prácticas y hacer pedagogía en lugar de sancionar al primer aviso.