«Ha sido muy emocionante, yo no pensaba merecer tanto»

Se llegó a insinuar que era Raphael quien cantaba la canción de Mazinger Z, pero no, era Alfredo Garrido, nacido en Bilbao en 1933, un artista con una larga y variopinta carrera que empezó con Los Chimberos, que incluyó la grabación de más de 20 discos como solista y giras por varios continentes; y -en este contexto mazingero-, la autoría de los temas de Marco, así como adaptaciones de Vickie el Vikingo, La abeja Maya y Tarzán. Detalle para la hemeroteca: también compuso el himno de España-82.

­—Investigué un poco y... Corríjame si me equivoco: es el primer homenaje de este tipo que recibe.

—Es el primero, sí.

—¿Cómo se siente?

—La verdad es que ha sido bastante emocionante, porque eso va a ser eterno, digo yo, y yo no pensaba merecer tanto. Hice una serie de cosas para una generación infantil que, bueno, ahora se ven reflejadas en este reconocimiento.

—¿Sabía de la existencia de la estatua? ¿La había visitado?

—Le voy a decir la verdad, no tenía ni idea de que había un Mazinger en Tarragona. Y me asombró el estado en que se encuentra, es imponente, me emocionó verlo. Y me emocionó mucho también el descubrimiento de la placa. Fue todo muy emotivo.

—¿Por qué acabó usted cantando la canción de la serie?

—Pues yo trabajaba entonces en el departamento artístico de Philips, me habían contratado de productor y yo veía que había un potencial importante en las series infantiles. Entonces apareció Mazinger Z, que cambió todo el panorama, y yo pues intenté... Me pareció buena idea hacer la adaptación, una canción como es debido. El caso es que envié la canción pensando que la iba a cantar otra persona, pero cuando escucharon les pareció fantástica mi versión.

—¿Cuánto tardó en componerla?

—Pues... Yo trabajaba muy rápido en aquella época. Debí tardar cinco o seis días, no creo que más. La serie ya estaba en marcha y había que darse prisa.

—¿No cantó en el primer capítulo?

—No, no, yo creo que tardamos como un mes, o mes y medio. Pero el éxito fue inmediato. Los chavales la cantaban como cantaban las de Marco.