infraestructura controvertida
Santa Coloma se levanta contra el trazado de la muy alta tensión
Santa Coloma de Gramenet vela armas para, de momento en solitario, oponerse al modo en que Red Eléctrica Española (REE) pretende hacer pasar por su municipio la futura línea de Muy Alta Tensión (MAT), es decir, sin soterrar y a menos de 100 metros de algunas zonas habitadas. De momento, el ayuntamiento presentó anteayer un recurso ante el Tribunal Supremo para que, por si REE se decide, no puedan comenzar aún las obras. La batalla librada por algunos municipios de Girona en contra de la MAT a mediados de la pasada década llega ahora al área metropolitana de Barcelona, aunque con matices.
Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma, fue la encarga de desenterrar ayer el hacha de guerra. «No nos oponemos al paso de la MAT por la ciudad, pero sí al modo en que está previsto en el proyecto, sin soterrar». La alcaldesa recordó que en el caso de Girona REE mantuvo como criterio que la línea no pasara a menos de 500 metros de ningún núcleo habitado. El celo allí fue extremo. En Alemania, el criterio para líneas de 400 kilovatios es que se mantengan a 400 metros de distancia de las poblaciones. Según los cálculos del Ayuntamiento de Santa Coloma, los pisos más cercanos a la línea de la MAT estarán, si REE no rectifica, a unos 75 metros de distancia.
La distancia, en cualquier caso, es solamente uno de los argumentos. Otro es que el trazado atraviesa de forma inmisericorde la Serra de Marina, una zona parcialmente protegida. Otro motivo más de queja es el paisajístico. También la contaminación acústica fue exhibida ayer por el equipo de gobierno como una razón más para insistir en el soterramiento de la línea. Al final, el concejal de Urbanismo, Jordi Mas, resumió con acierto la situación: «No se pueden ejecutar en pleno siglo XXI proyectos tal cual fueron planificados en 1970».
EN BUSCA DE ALIADOS / La cuestión, en cualquier caso, es qué hacer en caso de que el Tribunal Supremo sea insensible a las demandas del ayuntamiento. Las piezas del tablero político no parecen especialmente bien situadas para que Santa Coloma logre un frente común con sus vecinos más inmediatos. La MAT de REE pasa también, aunque más alejada de las zonas residenciales, por la Badalona que gobierna el PP. En Barcelona, el otro gran vecino, quedan ecos aún del gran apagón del 2007. No es que la MAT sea la pieza imprescindible para evitar un incidente similar, pero ayuda. Y de igual modo que en Badalona, en Barcelona gobierna una fuerza política, CiU, que ha hecho de los recortes una bandera para encarar la crisis. Ese es, de hecho, el talón de aquiles de la cuestión. Es mucho más caro soterrar la línea que tenderla a través de torres de alta tensión.
Santa Coloma, pese a todo, buscará respaldo a su queja más allá de los límites de su término municipal, pero el PSC, por ejemplo, ya no gobierna ni siquiera en la Diputación de Barcelona.
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