FIESTAS POPULARES

Ruta de altares mexicanos

Mercados, escuelas, tiendas, restaurantes e instituciones culturales trazan un colorido itinerario para visitar 20 altares mexicanos en honor al Día de los Muertos.

Dos visitantes, ayer, ante el altar creado por la mexicana Blanca Olea en el mercado del Galvany.

Dos visitantes, ayer, ante el altar creado por la mexicana Blanca Olea en el mercado del Galvany.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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La Ruta de los Altares, una iniciativa cultural en honor a la alegre festividad mexicana del Día de Muertos, vuelve a celebrarse en Barcelona por sexto año consecutivo. En total, 20 espacios, entre mercados, instituciones culturales, escuelas, restaurantes y tiendas, siguen el ritual ancestral de rendir tributo a familiares y a amigos que han fallecido ante una mesa con distintos niveles llenos de objetos.

En cada altar lucen fotografías, flores anaranjadas de cempasúchil, velas, calaveras de azúcar, el llamado pan de muertos -parecido albriox- que simboliza los huesos, mazorcas de maíz, la cruz de un rosario y el papel picado, que representa la fuerza del viento, y pertenencias personales, comida y caprichos que más le gustaban a las personas desaparecidas a las que se venera.

Los festejos que en México se centran en el 2 de noviembre, con motivo del puente de Todos los Santos se han avanzado este año en Barcelona. Ayer ya se abrieron algunos altares al público, como el del mercado de Galvany, donde Blanca Olea, propietaria de la tiendecita Mi Piñata, a la que se accede por la entrada de la calle de Amigó, ha confeccionado uno con las fotografías de los difuntos de concesionarios de las paradas del mercado. «Además, aportan ofrendas, como un cuenco de caramelos en recuerdo de un fallecido al que le encantaban». Olea, nacida en México, cuenta que en su altar nunca falta sal, porque da buena suerte, agua, incienso, flores y fruta, además del ornamento tradicional.

La celebración incluye la confección de altares conmemorativos. Es el caso del que Rosi Morales ha creado para Casa América, que rinde homenaje a Tísner, escenógrafo, periodista y escritor que se exilió a México después de la guerra civil. Este año se celebra el centenario de su nacimiento. «Hemos puesto su pluma, su tabla de hacer crucigramas, sus diarios, sus películas y pinturas», cuenta Morales que, junto a Paula Laverde, es la coordinadora de La Ruta de Altares de Barcelona.