PULMÓN METROPOLITANO

Territorio para exploradores

«Esto nos coge al lado de casa y sin las aglomeraciones de la playa», dice un habitual del parque fluvial del Besòs

Guillem y Ariadna, de la mano de su madre, Meritxell, se divierten en las aguas del Besòs.

Guillem y Ariadna, de la mano de su madre, Meritxell, se divierten en las aguas del Besòs.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / SANTA COLOMA DE GRAMENET

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Guillem lo da todo para intentar atrapar al «pez enorme y negro» que asegura haber divisado entre las calmadas aguas del Besòs, junto al puente del Potosí. Casi se disgusta ante las miradas escépcticas de sus padres, Carlos  Navarro y Meritxell Picazo, pero no llega a hacerlo porque no se puede permitir el lujo de tamaña distracción. No, cuando parece decidido a acabarse el río él solito, de inmersión en inmersión, explorando el territorio, acometiendo una recogida selectiva de chinas y pedruscos para practicar el lanzamiento que le ha enseñado papá, el popularmente conocido como de rana, haciéndolas rebotar sobre la superficie del agua. Su hermana, Ariadna, chapotea sin cesar ante la complacencia de sus padres. Guillem prefiere que la excursión acabe en el río, más que en la playa o la piscina, por un argumento caprichoso pero que nadie osa rebatirle: «Aquí me puedo bañar con la camiseta».

A Carlos y Meritxell  les encanta la idea de que los pequeños «campen a sus anchas» en un entorno natural y a tiro de piedra del barrio de Sant Andreu, donde residen. Han llegado en bici y calman el calor con las aguas, limpias y frescas, del Besòs. «Los mayores solo los pies -aclara Carlos-. Pero es que hace unos años , ¿quién hubiera metido siquiera los pies aquí?».

Algunos metros más arriba, Joffre, padre e hijo, y Silvia, madre e hija, se atrincheran con sombrilla, toalla y un arsenal de bebida refrescante y comida para dar buena cuenta de un aperitivo sin parangón . Pese a tener la costa a tiro de piedra, tienen clara su elección: «Esto nos coge al lado de casa, disfrutas del día en plena naturaleza y sin los inconvenientes de la playa, sin la aglomeración de bañistas y sin regresar hasta arriba de arena».