Sector turístico emergente

El riesgo del más difícil todavía

El 'Oasis of the Seas' costó 1.000 millones y aúna un parque, acuateatro, 35 tipos de camarote y 21 piscinas

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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Entrar en el Oasis of the Seas dibuja una cara de pasmo en el viajero que no se mitiga durante horas. En su debut en Fort Lauderdale (Florida), a finales del 2009, era difícil creer que aquella bestia fuera capaz de flotar. El más difícil todavía es la quintaesencia de un barco que ganó la pugna de las navieras hacia el tamaño XXL. Ninguno lo ha superado desde entonces (al margen de su gemelo Allure, en el 2010), tal vez porque sus 1.000 millones de euros presupuestados sean disuasorios y difíciles de amortizar en un contexto de crisis. Pero además de volumen, el barco incorporaba novedades nunca vistas a bordo, que a día de hoy siguen causando asombro entre sus clientes.

Amén de las mil y una atracciones que aglutinan este tipo de macrobarcos populares, destaca un acuateatro exterior con piscina de 5,4 metros de fondo que acoge acrobacias y shows diarios; también una enorme área de ocio y aguas (21 piscinas e hidromasajes), una insólita tipología de camarotes (desde el interior a suites tipo loft y dúplex ultramodernos, así como exteriores que en lugar de dar al mar enfocan al paseo Boardwalk abierto al cielo con carrusel incluido, o a un Central Park con 12.000 plantas vivas); decenas de restaurantes y bares de infinidad de especialidades; enormes áreas específicas para niños y adolescentes, un bar acristalado que se eleva como un ascensor; 2.200 trabajadores de más de 70 nacionalidades...

Como contrapartida, este tipo de buque funciona como destino en sí mismo, haciendo que la ruta pase a ser secundaria porque el viajero necesita días para peinar tantos rincones e incluso orientarse entre una vorágine de puentes y ascensores. Lo tiene todo, aunque no se trata de un barco de lujo, un concepto que en materia de cruceros se asocia a un servicio más personalizado y a buques pequeños. Sus salidas desde Barcelona costaban ayer desde 743 euros y están atrayendo a muchos catalanes que ya conocen de sobras la breve ruta italiana, pero quieren perderse en este Las Vegas flotante.