Accidente en un monumento de la capital catalana

Rescate de altura

ROSA MARI SANZ
BARCELONA

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Seis turistas se llevaron ayer un buen susto cuando poco antes de las once de la mañana, y tras disfrutar de las magníficas vistas que ofrece de la ciudad el mirador de Colón, a pie de la Rambla, fueron conscientes de que probablemente tardarían un buen rato en volver a pisar tierra firme. El ascensor, la única manera de descender, se averió durante la subida para ir a recogerlos, por lo que tuvieron que ser finalmente evacuados en una espectacular operación que fue seguida por centenares de curiosos que acabaron aplaudiendo tras el feliz desenlace. El rescate, además de llamativo, fue lento por lo arriesgado de la labor. En total, se emplearon más de cinco largas horas sin que los afectados, dos parejas de malagueños y un matrimonio japonés, sufrieran percance alguno.

Los bomberos recibieron el aviso sobre las 10.47 horas. El ascensorista se disponía a subir para recoger a los seis turistas que se encontraban en el mirador, a 60 metros de altura, cuando el montacargas se averió transcurrido poco más de un metro de altura. El trabajador pudo abandonar el ascensor, pero empezaba el calvario para los visitantes, que ya desde el primer momento tuvieron comunicación por megafonía desde el interior de la torre sobre lo que sucedía. Más tarde, el contacto fue a través del móvil con los bomberos, quienes comprobaron que los seis se encontraban perfectamente, manteniendo siempre la serenidad.

EXPECTACIÓN Y APLAUSOS / En un primer momento, según explicó una vez finalizada la operación el jefe de Bomberos de Barcelona Jordi Secall, los apagafuegos valoraron un rescate en helicóptero, por lo que pidieron la colaboración de Bombers de la Generalitat, quienes desplazaron un aparato cuyo uso fue finalmente desestimado al considerar que era más complicado de lo previsto. El plan B, que se acabó aplicando con satisfactorios resultados, fue el rescate mediante una enorme grúa con una cabina, a la cual ascendieron primero dos bomberos para evaluar la bondad de la medida. Comprobado que las seis personas se encontraban bien y en condiciones de ser rescatados en la cesta, los apagafuegos procedieron a entrar en el mirador y a llevar a cabo la evacuación en dos tandas. En un primer momento, ya sobre las tres de la tarde, las tres mujeres (dos jóvenes malagueñas y una mujer mayor japonesa) accedieron a la cabina y descendieron ante la expectación y el aplauso de los numerosos curiosos que se congregaron ante esta zona del puerto y la Rambla para seguir el rescate. Poco después se repitió la operación con los tres varones. Los seis fueron atendidos por el Servei d'Emergències Mèdiques en el interior de la torre, donde se les ofreció agua y algo de comida y se comprobó que se encontraban perfectamente.

ÚLTIMA VISITA DEL VIAJE / Para los cuatro visitantes malagueños la visita a esta torre inaugurada en 1888 en el marco de las ceremonias de la Exposición Universal era su fin de fiesta en Barcelona y su cuarto día en la capital catalana, ya que tenían un vuelo para regresar a su ciudad a las tres de la tarde de ayer. El gestor del monumento, Turismo de Barcelona, se hizo cargo del cambio de billete y las dos parejas previsiblemente volaron a las nueve de la noche de ayer. El percance no pareció suponerles un drama, ya que al parecer, tras descender, los seis mantuvieron el buen humor e incluso se llevaron algún suvenir de la tienda.

El ascensor de Colón, que traslada a una media de 487 personas cada día, cifra que asciende a 700 en agosto, fue completamente restaurado en el 2006, tras una avería, según recordó ayer Pere Duran, director general de Turisme de Barcelona. Este subrayó que el montacargas, precisamente por su intensivo uso, es objeto de continuas revisiones. Durante los próximos días, y a la espera de que se determinen las causas del percance y se repare, el mirador permanecerá cerrado.