La red ortogonal solo consigue un 0,7% más de viajeros para el bus

Uno de los buses de la red ortogonal de Barcelona, en noviembre del 2013.

Uno de los buses de la red ortogonal de Barcelona, en noviembre del 2013.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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El número de usuarios de la red de autobuses urbanos de Barcelona solo creció el 0,7% en el 2014. La malla ortogonal, con 13 de las 28 líneas en marcha, no ha logrado convencer aún a los usuarios. El aumento de pasajeros de todo el sistema público de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) alcanzó el año pasado un 1,7%, con 915,5 millones de viajes, repartidos entre el metro, el autobús, Rodalies, Ferrocarrils de la Generalitat, tranvía y el resto de buses interurbanos. En el 2013 fueron 900,1 millones de viajes.

El encargado de dar estas cifras fue el conseller de Territori, Santi Vila, que valoró el crecimiento y lo atribuyó a la "tímida salida de la recesión". No obstante, aprovechó para sacar pecho del sistema, del que dijo que la "excelencia, calidad y fiabilidad" es la que ha provocado este repunte de usuarios.

Dos años creciendo

Los cambios en los buses urbanos de Barcelona comenzaron en octubre del 2012. El despliegue de la red ortogonal, apuesta estrella de Xavier Trias para el transporte, coincidió con un desplome generalizado en el uso de todo el transporte público como consecuencia de la crisis y los buses no fueron menos. Sin embargo, apuntaron fuentes municipales, este modo de transporte ha experimentado una mejora en los dos últimos años, 2013 y 2014.

Muy lejos de los 196 millones de viajes del 2009, el año pasado fueron 184,3. Cierto es que se aprecia un ligero crecimiento o por lo menos el frenazo en la caída. El ayuntamiento considera precisamente que la red ortogonal, con frecuencias de entre cinco y ocho minutos, lo que ha hecho ha sido contribuir a parar esa caída. Y, añaden, todavía falta desplegar el resto de la malla por la ciudad.

El metro remonta

Donde sí hay motivo de satisfacción es en el metro, que además es el sistema que, en términos absolutos, arrastra a más pasajeros. En el 2014 se produjeron un total de 375,7 millones de cancelaciones, un 1,6% más que en el 2013. El dato es más positivo aún si se tiene en cuenta que en la edición anterior salía con números negativos.

El otro gigante del sistema, Rodalies, se mantiene en cifras similares a las de años anteriores a pesar de que el conseller Vila admitió que en los accesos a los trenes de Renfe tienen «un problema», refiriéndose al fraude detectado en el sistema por la insuficiencia de barreras que obligan a validar principalmente fuera de la capital catalana.

Los buses interurbanos de la segunda corona metropolitana, que gestiona la AMTU, se han mantenido igual. Pero los buses que gestiona la Generalitat, y que en el último año han crecido en rutas y frecuencias gracias al desarrollo de la red exprés.cat, han sumado viajeros, indicó el secretario de Territori i Mobilitat, Ricard Font.

Más títulos sociales

El año pasado el 24% del total de viajes del sistema se realizó con títulos sociales, subrayó Vila. En este abanico están la tarjeta rosa, la T-4, la T-12, la T-Jove o la T-Aturat. Este dato también ha representado un crecimiento respecto al año anterior, de un 9,3%.

En este mismo orden de cosas, la evolución de los títulos integrados también ha ido cambiando con el paso de los años. Vila quiso destacar que mientras aumenta progresivamente este porcentaje de títulos sociales, en cambio va a la baja la adquisición de títulos multiviaje, es decir, de tarjetas como la T-10 (sigue siendo la más popular), la T-50/30 o la T-70/30.

La explicación que dio el conseller de Territori i Sostenibilitat fue que las "favoritas" de la Generalitat (la T-Trimestre o la T-Mes, que fidelizan a los usuarios) congelaron el precio en el 2014 mientras que las otras registraron subidas que en los primeros meses provocaron numerosas protestas.

Restrictivos con el privado

"Cada vez tenemos que ser más restrictivos con el uso del vehículo privado para evitar episodios de contaminación como el de hace unos días", sostuvo Vila. El conseller apostó por "gravar la movilidad privada" para potenciar la pública. "El Ayuntamiento de Barcelona lo está haciendo muy bien, restringiendo el paso en ciertas zonas y pacificando el tráfico", ejemplificó recordando las zonas 30 que se están desplegando en la ciudad.