Quince chicles por metro cuadrado en el suelo de la Rambla

Los equipos de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona le han declarado la guerra a los chicles pegados sobre el pavimento de las zonas más transitadas de la ciudad. Y si hay un espacio especialmente frecuentado por locales y turistas esa es la Rambla, donde se llegan a acumular 15 de estos restos por metro cuadrado. Desde las siete y media hasta las diez de la mañana, aprovechando la luz del sol y que aún no hay mucha afluencia de público en la zona, las brigadas extraen las gomas de mascar que se han quedado adheridas sobre el suelo del popular paseo barcelonés con equipos de agua a presión.

Según los cálculos del consistorio, en muchos tramos de la Rambla hay unas 10 manchas de chicle por metro cuadrado, media que sube hasta las 15 en aquellos espacios con más densidad de público, como los accesos a las estaciones de metro. “A través de esta intervención pretendemos dar un salto de calidad en la limpieza de la ciudad”, explica el director de Gestión de residuos del Ayuntamiento de Barcelona, Carlos Vázquez. La brigada avanza por la zona a conciencia, limpiando unos 3 o 4 metros al día. Extraer la mancha de cada chicle representa un coste total de alrededor de 25 céntimos de euro.

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Los servicios de limpieza disponen de 19 equipos de agua a presión que eliminan los grandes restos de gomas de mascar alrededor de la ciudad. En el caso de la Rambla, la actuación se limita a los meses de otoño e invierno. Una actuación que cumple el doble propósito de limpiar la ciudad y “concienciar al ciudadano de la suciedad que genera”, según explica Vázquez.