BIENESTAR INFANTIL

Queridos Reyes Magos: quiero más tiempo libre y más independencia

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Anton Rosa / Barcelona

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Si los niños de la etapa final de primaria todavía creyeran en los Reyes Magos y si Sus Majestades de Oriente complacieran la petición de intangibles, las cartas a Melchor, Gaspar y Baltasar tendrían un fuerte tono reivindicativo: "Quiero más tiempo libre" y "quiero más libertad" serían seguro dos clásicos. Porque sucede que más de la mitad (el 53%) de los barceloneses de entre 10 y 12 años reclaman más tiempo libre y casi la mitad (el 47%) exigen más libertad.  

Barcelona ha preguntado por primera vez a los niños por su bienestar. En concreto, el ayuntamiento ha realizado junto con el Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona (IIAB) una encuesta a 4.000 alumnos de entre 10 y 12 años de 52 escuelas de la ciudad. Además de revelar que los citados porcentajes de chicos y chicas están más bien hartos de extraescolares y de que sus padres les corten las alas, los resultados tienen una clara cara B: más de una cuarta parte (el 27%) están insatisfechos con su cuerpo. Además, más de una tercera parte de los menores (el 42%) están descontentos con su vida de estudiantes.

"Este informe nos permitirá abordar las políticas de la ciudad desde los derechos de la infancia", ha asegurado Laia Ortiz, teniente de alcalde de Derechos Sociales. 

Para Maria Truñó, directora del IIAB, es alarmante que más de un millar de los 4.000 alumnos encuestados estén preocupados por su cuerpo. A pesar de que no llegan al 10% los niños y preadolescentes que se manifiestan poco o nada conformes con su físico, el hecho toma especial relevancia al tratarse de escolares que tan solo cursan entre quinto y sexto de primaria. "¿Qué imagen proyectamos a los niños para que se sientan insatisfechos con su cuerpo?", se ha interrogado Ortiz. En los próximos meses se realizará un análisis exhaustivo de las encuestas para interpretar los datos, ha explicado Truñó.

Los resultados preliminares no muestran apenas variación en función del sexo. Sin embargo, sí existen diferencias considerables según la procedencia de los niños. La tasa de insatisfacción global es seis puntos superior en los barrios pobres (33%) que en los ricos (27%). Y, según el distrito del centro escolar, la diferencia se incrementa hasta los 11 puntos: 35% de insatisfacción en Ciutat Vella por 24% en Sarrià-Sant Gervasi. 

En cuanto a bienestar general, casi el 70% de los niños dicen estar totalmente conformes con su vida en general. La salud es el aspecto con mejor valoración, con un 85% de satisfacción. Entre los aspectos peor valorados se encuentra el lugar de residencia. Tres de cada diez alumnos no están contentos con el barrio donde viven y casi la mitad no están satisfechos con los espacios verdes y de ocio de su zona. Además, uno de cada dos manifiesta no sentirse suficientemente seguro en su barrio.

Entorno escolar

Tres de cada diez alumnos no se sienten escuchados por los adultos. Este dato se traduce en que dentro del entorno escolar, el 70% de los alumnos no creen que dispongan de la suficiente autonomía o capacidad de decisión. Casi la mitad de los chicos no están del todo a gusto con su vida diaria en la escuela y una cuarta parte no están suficientemente conformes con el aprendizaje recibido en su centro. Incluso, el 24% no se sienten completamente seguros en la escuela.

Esta cierta desafección con el entorno escolar también se manifiesta en la relación que establecen con sus compañeros. La mitad de los niños no creen que sus amigos les ayudaran ante un problema y seis de cada diez han pegado o han recibido golpes.

Iniciativa internacional

La fase inicial del proyecto 'Parlen els nens i nenes: el benestar subjectiu de la infància a Barcelona' ha consistido en esta primera ola de encuestas a una muestra representativa del 15% de los 27.285 niños entre 10 y 12 años matriculados en centros educativos de la ciudad.

El cuestionario es una adaptación del que propone Children’s World, la iniciativa internacional dentro de la cual se enmarca el proyecto que ha implementado el consistorio, que consta de tres olas y cuenta con la colaboración de hasta 30 estados repartidos por el mundo. Los datos obtenidos en Barcelona confirman la tendencia al fenómeno del 'sesgo del optimismo vital', que ya se ha visto en otros países. Este factor hace referencia a que los niños tienden a responder más positivamente que los adultos a las mismas preguntas. La percepción de la calidad de vida sube entre uno y dos puntos en infantes respecto a adultos.

El siguiente paso del proyecto consistirá en un proceso participativo que ya empezó la semana pasada en algunas escuelas. En esta segunda etapa se compartirán los primeros resultados del informe con los alumnos a través de 80 talleres para debatir en clase y formular conjuntamente propuestas de mejora. "Es imprescindible interpretar con ellos los resultados", ha explicado Ortiz. Para la teniente de alcalde de Derechos Sociales este proyecto es una oportunidad para dialogar y definir una agenda donde los niños sientan que "la ciudad les escucha" y se les reconozca como ciudadanos de pleno derecho.

La previsión del proyecto es repetir la ola de encuestas en un margen de tres o cuatro años. A final de este curso se presentará el informe completo con todos los resultados analizados para poder identificar los principales retos y poder implementar medidas coordinadas desde todos los actores implicados.