El PSC desempolva el plan del Besòs con el respaldo cómplice de CiU

Tres alcaldes socialistas y metropolitanos -Núria Parlon (Santa Coloma), Jesús Maria Canga (Sant Adrià) y Maria Elena Pérez (Montcada i Reixac)- y uno que aspira a serlo en Barcelona, Jordi Martí, rescataron ayer el que en tiempos de bonanza económica fue bautizado con el nombre de plan del Besòs, una batería de proyectos destinados a coser el tejido urbanístico de los municipios situados a ambos lados de ese río. Los tiempos son los que son, así que el cuarteto socialista seleccionó ayer tres de esas iniciativas medio olvidadas por el simple criterio de que sean económicamente viables y útiles a la vez. El próximo viernes, Martí, como jefe de la oposición, presentará sus planes en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. Salvo tropiezos, CiU avalará sus reivindicaciones.

Los tres proyectos seleccionados son, sin que este sea un orden de mayor a menor, soterrar la línea ferroviaria R-2 entre Montcada y Barcelona, conectar con un puente emblemático el barrio del Molinet, en Santa Coloma, con el Bon Pastor y, por último, dar un primer paso para convertir la central térmica del Besòs en un gran equipamiento aún por definir.

En esencia, aquel plan del Besòs proponía reproducir alrededor de ese cauce el plan que antes se desarrolló en el delta del Llobregat con el aeropuerto de El Prat como epicentro de la actividad económica. En el Besòs, ese motor sería la futura estación del AVE de La Sagrera.

El proyecto, como subrayó ayer Martí, tiene un punto a favor. Lo más difícil ya quedó atrás. El Besòs fue hasta entrados los años 90 una cloaca al aire libre, un río nauseabundo que ha dado paso a un parque fluvial con un notable éxito de público.

EL CAUCE OLVIDADO / Más allá de ese éxito indudable, lo cierto es que las grandes inversiones que durante los años previos a la crisis aliviaron las heridas que habían abierto sobre Catalunya algunas infraestructuras ferroviarias y viarias mal planificadas al Besòs apenas llegaron. Con un 10% de la población de Catalunya, el área del Besòs ha sufrido siempre un cierto olvido.

De los tres proyectos consensuados como factibles por los tres alcaldes y por Martí, dos ayudarían a recoser la zona (el soterramiento de las vías y el puente sobre el Besòs), mientras que el tercero se plantea de entrada como una apuesta por lo icónico. Según el jefe de filas de la oposición en Barcelona, la estructura de las chimeneas de Sant Adrià tiene un aire de Tate Modern de Londres delante del mar que no hay que menospreciar. Por el momento, una primera sugerencia del cuarteto de dirigentes socialistas es utilizar ese edificio como sede del Consorcio del Besòs, pero no descartar jamás su uso para actividades culturales. No en vano, Martí no dudó en calificar la antigua central térmica como, arquitectónicamente, «la mejor catedral civil de la zona».

Cada uno de los alcaldes, por su parte, tiene previsto llevar a sus respectivos plenos municipales una proposición idéntica a la que Barcelona votará el próximo viernes.