lucha vecinal

La propiedad de Can Batlló cede una nave para evitar la ocupación

CARLOS MÁRQUEZ / HELENA LÓPEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Casi en el tiempo añadido y visto que el oponente no lanza la toalla sino más bien todo lo contrario, la propiedad de Can Batlló decidió ayer tender la mano a los vecinos de Sants que tenían previsto ocupar mañana este inmenso recinto fabril y cederles gratuitamente una de las naves, en la que instalarán la anhelada biblioteca popular autogestionada.

Esta «recuperación del espacio lúdico y familiar», como lo definió hace escasos días Jordi Falcó, miembro de la Plataforma Can Batlló és pel Barri, respondía a una paciente espera de 35 años y a una promesa política de marzo del 2009 que marcaba junio del 2011 como el principio del renacimiento de esta parcela. Josep Maria Domingo, presidente del Centre Social de Sants, aseguraba ayer a primera hora de la tarde que el acuerdo estaba pendiente de una reunión con la propiedad. A las nueve de la noche, Jordi Solé, miembro de la plataforma, confirmaba el pacto y lo definía como «un gran éxito para el movimiento vecinal de Sants».

El ayuntamiento, a través de una nota enviada a la prensa a las 18 horas, informaba de la cesión de una nave de 1.500 metros cuadrados que mañana mismo pasará a manos de las entidades del barrio, y aseguraba que el «futuro gobierno» municipal liderado por Xavier Trias está al corriente y bendice la operación. Así las cosas, los vecinos mantienen su convocatoria de mañana, pero ya no hablan de ocupación, sino de una «fiesta colectiva de recuperación de los primeros espacios».

FUTURO IMPERFECTO / El acuerdo incluye abrir un acceso por la calle de Amadeu Oller, pero deja en el aire el futuro del resto de edificios de Can Batlló que los vecinos también reivindican. Si no hay una alianza a largo plazo y lo único que se sella es esta cesión, es posible que dentro de un tiempo rebrote el malestar vecinal. Las decisiones políticas que pueden desencallar esta situación recaerán ahora sobre el nuevo concejal de Urbanismo, Antoni Vives.